¡Hola a todos!
Hoy os traigo la segunda entrada
con el segundo tema que os propuse comentando el programa “Comando actualidad”.
Y como podéis ver por el título, vamos a tratar el tema de hasta cuándo
opositar, cuándo dejarlo.
En el programa, a la primera
chica que entrevistan, le preguntan hasta cuándo intentarlo, cuándo es el
momento de decir basta a la oposición si no se consigue aprobar. Pues bien, la
chica, con los ojos vidriosos contesta que un verdadero opositor no se rinde,
lo intenta hasta que lo consigue, se cae y se levanta las veces que haga falta
hasta conseguirlo, pero ¿y si no llegamos a conseguirlo?, ¿cuándo hemos de
dejarlo?
Cuando yo empecé a opositar, la
primera vez que hablé con mi anterior preparador, me dijo que meterse en la
oposición era una locura de la que había que intentar salir lo antes posible,
que no podía ser la eterna opositora. Yo le contesté que mi intención era
estudiar como máximo cinco años sin haber ido a examen (como si volviera a
hacer la carrera le dije yo) y como máximo tres convocatorias, si no lo
conseguía lo dejaría.
Empecé a estudiar, y empezaron a
pasar las semanas, los meses y sin darme cuenta me planté en los tres años de
oposición y la primera convocatoria. Era consciente que con ese tiempo de
estudio y siendo la primera vez que me examinaba era difícil aprobar a la
primera, por lo que esta convocatoria era más de prueba que otra cosa. Aunque
como sabéis por entradas pasadas, llevé todo el temario y canté la hora entera,
y sabiendo que era una toma de contacto, fui a por todas.
Siguieron pasando las semanas y
los meses, y casi sin darme cuenta, nueva convocatoria. Iba más preparada, ya
sabía a lo que me enfrentaba, ésta podía ser la mía, tenía que ser la mía. Pero
por circunstancias no pudo ser. Y ahí me entraron las dudas, ¿qué hago? ¿lo intento
una vez más, lo dejo ya? Por esas circunstancias que pasaron, yo estaba
tranquila conmigo misma, lo había dado todo, estaba contenta con el trabajo
hecho por lo que una parte de mí me decía sigue, no lo dejes, puedes hacerlo. Pero
la otra parte (era como el ángel y el demonio apoyados sobre mis hombros) me
decía, déjalo ya, llevas años con lo mismo, cambia y empieza una nueva vida. Pero
¿y si lo intento una vez más?
Entonces, alguien relacionado con
la oposición me dijo que esta convocatoria había sido mi oportunidad y la había
dejado escapar y que por lo tanto ya había cumplido una etapa. ¿Peeeerdonaaa? Mi
cara era todo un poema, no daba crédito a lo que estaba escuchando, ¿qué había
dejado pasar mi oportunidad? Como si uno estudiara 12 horas al día para pasar
el rato, por amor al arte.
Yo decidí meterme en esto, yo
decido cuándo dejarlo. Todos queremos dejarlo cuando se apruebe, pero si al
final no se consigue, y seguimos intentándolo mientras pasan los años, el punto
y final a esta etapa tiene que ser cuando uno ya no tenga ilusión ni motivación
para levantarse cada día, cuando ya no queden fuerzas para continuar. Aunque nos
pongamos plazos, no se cumplen, hay personas que tardan más y otras que tardan
menos, pero se consigue. No sabemos si la próxima va a ser la nuestra. La vida
consiste en caerse y volverse a levantar, y la oposición es lo mismo. Se intentará
hasta que ya no queden ganas de seguir luchando por nuestros sueños, cuando
esos sueños ya no existan.
A continuación os dejo vuestros
comentarios y opiniones y en los que hay unanimidad sobre el tema.
- Yo diría que depende tanto de la persona y sus circunstancias, que no
creo que sea ni siquiera bueno opinar. Me imagino que es una voz interior la
que te lleva a pensar que ha llegado la hora de dejarlo, o de ponerse un
límite. Creo que lo mejor es seguir la intuición propia y no dejarse
condicionar por otros, para bien ni para mal.
- Querida María me parece una iniciativa muy interesante
que podamos dar nuestra opinión sobre ciertos temas para poder conocernos todos
un poquito más y poder ver otras perspectivas de la oposición que nos pueden
dar un poquito de luz en este largo camino.
Me gustaría contestar a las preguntas de cuándo es el
momento de dejarlo si no se aprueba y cuántas veces intentarlo.
Pues bien, quiero comenzar destacando que esto no es
una ciencia exacta, qué cada persona es un mundo y que quizás no es adecuado
abordar la cuestión en unos términos tan categóricos cómo algunos preparadores
u opositores sí se atreven a hacer.
Al respecto considero que la cuestión no debería
ser tratada desde un punto de vista objetivo, estableciendo el momento en que todos
los opositores deben abandonar su sueño. Creo que esta cuestión es puramente
interna y que el momento adecuado es precisamente cuando ya ha dejado de
ser tu sueño, cuando ves que ya no te compensa y que ni siquiera la idea de
aprobar te reconforta porque no eres feliz en el camino hacia la meta.
En definitiva todo opositor que aún se sienta con
fuerzas debería seguir sin importar los años que lleve o la edad que tenga
porque cómo muchas veces dice Justito el notario “el que resiste, gana”.
Fdo. Isabel Rodríguez Navarro
- Cada uno tiene que decidir cuándo es el momento de dejarlo porque es el propio opositor el que se pasa las horas encerrado en la habitación/biblioteca por lo que nadie puede ni debe decidir por él. Se seguirá hasta que ya no queden fuerzas para continuar. Un saludo.
- Nadie que no sea el propio opositor debería decidir sobre este tema. Cada uno decide libremente empezar a opositar de la misma manera que cada uno libremente debería decidir cuándo dejarlo.
- Si las circunstancias , tanto familiares, personales como económicas lo permiten, creo que se debería seguir cuantas veces haga falta. No hay fecha de caducidad para cumplir los sueños. Como dice el dicho "insistir, resistir, persistir y nunca desistir".
Espero que os haya gustado. Muchas gracias a los que me mandáis vuestras opiniones y/o comentarios. La próxima entrada, dentro de dos semanas, será sobre el siguiente tema "Es una inversión de tiempo y dinero en la mayoría de casos, pero también supone la renuncia y el sacrifio de muchas otras, ¿se puede compaginar todo? ¿trabajo, vida social y familiar?". Animaros a participar.
¡Muchas gracias por leerme! ¡Mucha suerte y ánimo a todos!
Un saludo!
María :)
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