miércoles, 16 de marzo de 2016

¿Y si no apruebo?

¡Hola a todos!

Hoy quería compartir con vosotros el que para mí es y ha sido uno de los mayores miedos de la oposición y posiblemente el de todo opositor. Me refiero al qué pasa si no apruebo. Pero no al suspenso en sí, sino a todo lo que eso conlleva.

En mi caso, a pesar de haber cantado la hora entera ante el tribunal el día de mi examen, cuando salí de la sala yo ya sabía que no había aprobado porque sabía que el último tema no me había salido como tocaba (todos sabemos cómo son nuestros temas y si están bien hechos o no), pero aún así una parte de mí mantenía la esperanza de rascar el aprobado.

Cuando acabó la jornada y supe oficialmente que no había aprobado, el mundo se me vino encima. A pesar de ser  la primera vez que me presentaba, el hecho de ir a examen con todo el temario, suponía que no iba solo a probar sino a aprobar.

Como decía, en ese momento en el que no dijeron mi nombre y supe que no pasaba al segundo ejercicio sentí una presión muy fuerte en el pecho, me faltaba el aire, todo el esfuerzo de las semanas, los meses previos, se habían ido al traste. Tenía rabia, estaba enfadada, triste y decepcionada conmigo misma. Pero sobre todo, lo que más temía era haber “fallado” a los demás, a mi familia y a mi preparador.

De vuelta a casa, en el avión, justo antes de despegar, después de haber hablado con mi preparador, le mandé un mensaje que decía “SOY UN FRACASO”. Así es como yo me sentía. Sentía que había fracaso. Sentía que los demás esperaban mucho más de mí y yo no había sido capaz de cumplir esas expectativas. Para mí fue lo peor del no apto.

Cuando mi preparador leyó mi mensaje, enseguida me contestó diciéndome que estaba prohibido que me sintiera así, que me quitara esa idea de la cabeza porque había hecho un gran trabajo. Pero yo no lo creía. Si hubiera hecho un gran trabajo, la situación sería diferente.

Con el paso de los días, esa mala sensación conmigo misma fue desapareciendo muy lentamente. Como me dijo mi preparador, con el paso de los días vería las cosas de manera diferente y me daría cuenta de lo conseguido, ser la primera vez que me presentaba y cantar la hora entera, sin retirarme. De algo tenía que estar orgullosa. A día de hoy todavía me cuesta verlo así.

Como decía antes, mi miedo era haber fallado a los demás. Tanto mi familia como mi preparador estaban convencidos que saldría bien, tenía que salir bien. Mi madre me acompañó al examen, hizo pasillo conmigo y pudo ver y vivir lo que se pasa y se siente allí dentro. De vuelta a casa le dije que lo dejaba, estaba tan enfadada que no quería saber nada de la oposición y ella fue la primera que me dijo que ni se me ocurriera dejarlo, que había sido muy valiente al hacer lo que había hecho y que estaba muy orgullosa de mí, que ella eso de meterse en una sala y enfrentarse a un tribunal no lo habría hecho jamás y que tenía que seguir peleando por lo que quería, si esta vez no había podido ser, lo sería la siguiente.

Con mi preparador me pasó algo parecido. Él era el que más confiaba en mí y no había conseguido estar a la altura. Me costó mucho entrar en la Notaría el primer día que nos vimos después del examen. Qué le iba a decir, con qué cara le iba a mirar cuando yo sólo sentía que no había cumplido las expectativas.

Nueves meses después aquí estoy, dándome una nueva oportunidad, diciéndome cada día que aquello que pasó ha sido una experiencia, una experiencia de vida que me ha demostrado hasta dónde puedo llegar, he aprendido de mis errores y estoy intentando no volver a cometerlos. Sé cuáles son mis puntos fuertes y mis puntos débiles y tengo que jugar con eso.

En mi caso decidí seguir y continuar luchando por mi sueño. Pero si no hubiera decidido continuar, la vida sigue y si este no es el camino lo será otro.

Desde aquí os digo que no os preocupéis o agobiéis por lo que vuestro entorno pueda esperar de vosotros. Las explicaciones del por qué no ha podido ser es a vosotros mismos y no a los demás. Lo que he aprendido es que hay que tener la conciencia tranquila de que se ha hecho todo lo que se tenía que hacer, y yo ahora, visto con el tiempo y desde otra perspectiva la tengo, y si se han cometido errores, aprender de ellos.

Mucho ánimo a todos, el camino es duro pero no imposible.

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

10 comentarios:

  1. Así es, me siento muy identificada con tu columna... Exactamente me pasó lo mismo hace poco, sentí exactamente lo mismo que tú nos explicas, esa sensación de haber fracasado a tu familia, a tu preparador y lo peor, a ti misma... También decidí abandonar, lo tenía claro (gracias a Dios no tan claro), no podía ver un libro ni escuchar hablar d la oposición... Mi familia me dijo lo mismo, ni se te ocurra abandonar...gracias a ellos sigo aquí, en pie, luchando por lo que quiero, y con la gran esperanza de superarlo y conseguir mi plaza. Creo que no debe haber mayor satisfacción que darte cuenta que lo has conseguido con tanto esfuerzo y sufrimiento detrás.

    Un beso enorme y mucho ánimo!!!

    Caerse está permitido, levantarse es obligado 😋😘

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    1. Hola Belén! Yo me sentía peor por ellos que por mí misma. Menos mal que están ahí para animarnos y apoyarnos incondicionalmente.
      Me alegro que no abandonaras y sigas luchando por conseguir lo que realmente quieres! Como tu dices, la satisfacción tiene que ser enorme, así que vamos a darlo todo para que así sea!!
      Mucho ánimo para ti también!!

      Un beso!!

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  2. Hola María! Me he visto identificada... la carita y vocecilla de mi gente tras los orales pasados... Yo sigo creyendo que el tema expectativas es de lo peor de la oposición. Me duele más fallarle a ellos que a mí misma. Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo bonita!

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    1. Hola guapa!! Como tú dices, las expectativas de los demás sobre nosotros es algo con lo que cuesta cargar, lo pasé peor por ellos que por mí misma! Pero están ahí apoyando y animando y te hacen ver que por ellos no tienes que sufrir, sino por nosotros, porque al fin y al cabo es nuestro futuro.
      Mucho ánimo para ti también!!

      Un besazo!!

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  3. Lo que pasa por la cabeza del opositor a notarías es lo que en verdad pasó por la cabeza de los que, al final, lo logramos; solo cambian las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios. A mí también me amargaba pensar en todos los recursos económicos y sobre todo personales dedicados a mí, mientras me demoraba en dar respuesta. Casi ocho años, los últimos especialmente frustrantes. Ahora que ya pasó lo veo como huella de viaje iniciático. El de Ulises a Ítaca, que la encontró verde y humilde. De ahí que un viaje largo con lestrigones y cíclopes sea mejor que la vueltecita en la baldosa, porque si no tienes a dónde ir corres el riesgo de convertirte en un vegetal. Sabes que podías captar el instante de infinitud y lo has perdido por no querer moverte. Como decía Rita Levi-Montalcini, "no temas a los tiempos difíciles, lo mejor sale de ellos". Un beso,

    Patricia CM

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    1. Hola Patricia! Muchas gracias por tu comentario y enhorabuena!!! Ahora estás al otro lado después de tanto esfuerzo! No me puedo imaginar lo que se siente cuando esto ha acabado con un final feliz! Espero estar muy pronto al otro lado y seamos compis de profesión!

      Un beso!!

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  4. Me siento tan identificada contigo...
    El otro día justo lo comentaba con mi pareja (novios de opositoras, un monumento que se merecen), uno de los mayores miedos que tengo de la siguiente convocatoria es no aprobar, son años, y muchas horas de dedicación y cuando tanto el preparador, familia y pareja confían tanto en ti es terror lo que se siente al pensar en la probabilidad de fallarles. Y lo peor, la autofrustración. Es algo que compartimos todos los opositores (en mi caso también a notarías) supongo. Muchísimo ánimo :)

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    1. Hola Ana! Muchas gracias por tu comentario!
      Como tú dices son años dedicados plenamente al estudio y ese miedo siempre está. Creo que el peor enemigo somos nosotros mismos con esos temores e inseguridades que aunque no queramos, los tenemos.
      En mi caso me sentía peor por los demás que por mí misma, y eso que conmigo misma estaba muy, muy enfadada.
      Lo único que podemos hacer es estudiar y estudiar como la que más para que esa probabilidad del suspenso sea lo menor posible!
      Mucho ánimo!!

      Un beso!

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  5. Me ha emocionado tu experiencia, soy así de sensiblona. No eres un fracaso, para nada. Opino como tu madre, eres una valiente. Y lo que te ha pasado es lo normal, sacarlo a la primera es algo raro de ver. Mi amiga Clara está con tu oposición y yo con el PIR así que de lo que ella me cuenta, sé que es súper difícil. Ánimo! Tú puedes!


    Www.cienciadeti.blospot.com.es

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    1. Hola Irene! Muchas gracias por tu comentario y por tus palabras!
      Al principio cuesta ver que no has fracasado, son muchas horas durante muchos meses y esa sensación es la que te domina durante unos días. Pasados estos días las cosas se empiezan a ver de otra manera.

      Muchas gracias y mucho ánimo a las dos! Algún día (esperemos que no muy lejano) lo conseguiremos!!
      Un beso!

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