¡Hola a todos!
La Semana Santa acabó y todos
volvemos a la rutina. A pesar de que yo no haya tenido vacaciones de pascua
(según mi preparador las agoté en verano después del examen) también he vuelto
a la rutina. Y he vuelto a la rutina porque los demás también lo han hecho.
Vuelvo a estar sola para estudiar
(nunca antes había apreciado tanto la soledad). Estos cinco días de fiesta (aquí
el lunes fue festivo) se me han hecho muy cuesta arriba. Mi horario ha sido el
de siempre pero la concentración decidió irse de vacaciones. Y no porque no quisiera
estudiar, sino porque en casa estábamos todos. Y aunque es verdad que respetan
mis horarios, es inevitable oírles hacer sus cosas.
Unos entran, otros salen. Suena el
teléfono, la tele encendida. La aspiradora en su máximo esplendor, arreglar el
armario,etc.
Acostumbrada al silencio absoluto
o casi absoluto cuesta concentrarse con ese murmullo que se oye a lo lejos. Para
ello, en los momentos que menos concentración tenía he usado tapones. Pero cuando
los llevo usando un rato me molestan, me molesta oírme a mí misma. Me pregunto
cómo he sido capaz de usarlos durante la carrera. Supongo que me he vuelto más
quisquillosa con algunas cosas.
Como ya sabéis canto los lunes,
pero al ser festivo el preparador me pasó el cante para ayer martes. ¡Oh no! ¿Por
qué no me habrá dicho de acumular dos semanas sabiendo que cuesta estudiar con
tanta gente en casa? Menuda faena. En el momento en que me dijo que cantaba el
martes entré en pánico, sabía que no iba a salir un buen cante a pesar de haber
estudiado las mismas horas. En este caso era una cuestión de calidad y no de cantidad.
Bueno, pues ayer martes me
presenté en la notaría temiendo que me cayera una buena regañina por parte del
preparador. Después de varias semanas de muy buenos cantes, me fastidiaba
fastidiar esa buena racha. Así que nada, respiré hondo y que fuese lo que tenía que ser,
ya le diría que había tenido mala semana.
Después de decirle los temas que
llevaba, va y me pide el peor tema que llevaba, el que más artículos tiene
(bravo, seguro que lo ha hecho queriendo). Tragué saliva y me dispuse a hacer
mi esquema. Que salga lo que tenga que salir.
Canté mi tema y al finalizar me sorprendí
a mí misma. El tema había salido mucho mejor de lo que me esperaba. No se
notaba que había pasado mala semana. A pesar de las correcciones del preparador
yo estaba contenta, muy contenta. Cante superado, semana superada y eso significa empezar la semana nueva con ganas. Al salir de la notaría pude decir que yo ¡he
sobrevivido al todos en casa!
Gracias por leerme!
Un beso!
María :)
Esta Semana Santa no he estudiado, ya sabes los motivos, pero a mi también me pasa cuando están todos en casa pero porque me cambian los horarios y cuando es fiesta y esta la biblioteca cerrada noto mucho la presencia de todos. Pero hay que sobrevivir a ello.
ResponderEliminarUn besito y enhorabuena
Tú lo has dicho! Hay que sobrevivir!
EliminarMuchas gracias!! Mucho ánimo!!
Un besito!!
Que tema te preguntó? (Por casualidad)
ResponderEliminarjajajaja pues fue el contrato de sociedad, arts. 1665-1708 del Código Civil. De los que llevaba, era el peor por la cantidad de artículos que tiene.
EliminarUn saludo!
Yo en casa, como también hay mucho ruido, ne pongo cascos de obra cuando hay gente. De esos 3M grandes y amarillos. Tampoco aguantó los tapones y con esos estoy comodisima y me aisló totalmente!!! Ánimo ;)
ResponderEliminarHola Teresa! Muchas gracias por tu comentario! Yo no tengo esos cascos xq me da la sensación de que pesan mucho y al final voy a acabar con dolor de cabeza! jajajaja pero parecen una buena solución!
EliminarMucho ánimo para ti también!
Un beso!