sábado, 5 de diciembre de 2015

La elección del preparador

¡Hola a todos!

Hoy quería hablaros un poquito del preparador, de cómo lo busqué y por qué me decanté por él. Qué fue lo que hizo que dijera con él quiero preparar.

Como ya os conté en ¿Por qué Notarias?, siempre he sabido que quería ser notario así que me fui informando por mi cuenta de la oposición y de la profesión. Investigué si había academias, de dónde podía conseguir el temario, en qué consistía el examen y buscando, buscando encontré una lista de preparadores, pero ninguno en mi provincia. ¿Ahora qué hacía?, ¿irme a otra provincia? Así que, aun estando en la facultad, sin haber acabado la carrera, hablé con mi profesor de civil por si cabía la más remota posibilidad que él conociera a algún preparador que estuviera dispuesto a prepararme. Y me dio el nombre de tres notarios amigos suyos, de los cuales, uno no había preparado nunca, otro había preparado pero hacía años que lo había dejado y el último que sí estaba preparando en esos momentos a un par de chicas.

Llamé a la notaria y concerté una cita con el notario. Estaba muy emocionada, iba a conocer el entramado de la oposición de primera mano. Me acompañó mi padre. Recuerdo que entramos en la sala de firmas y nos recibió el Notario. Le comenté que estaba interesada en opositar porque siempre lo había querido y a cada pregunta que yo le hacía su respuesta era, “no lo sé, ya veremos”. Yo le preguntaba si vueltas o arrastre, días a la semana para ir a cantar, día de descanso, cuántos temas a la semana y su respuesta siempre fue la misma, “no lo sé, ya veremos”. No me explicó absolutamente nada de la oposición, ni del examen, ni de cómo era, ni nada de nada. Yo salí de allí con más dudas que con las que entré. Lo único bueno, que no tenía que preocuparme por los temas, me los daba él, hechos por él mismo y si había modificaciones y demás, también me lo facilitaba él.

Recuerdo que en el ascensor, de vuelta a casa, mi padre y yo nos miramos y los dos dijimos que con este preparador no, no me transmitía confianza, seguridad, ni nada por el estilo. Y ¿ahora qué hacía?, no había más nombres en la lista de mi profesor de civil, ¿me iba a preparar fuera sabiendo el esfuerzo que en casa suponía?, ¿me ponía a trabajar y me olvidaba de la oposición? Aquello supuso un dilema para mí. Debía seguir buscando, quizás había más preparadores y no lo sabía.

Entonces lo que hice fue hablar con el notario con el que hice las prácticas y para mi sorpresa me dijo que conocía a dos notarios más (chico y chica) que estaban preparando, que hacía muy poquito que habían aprobado (son de la misma promoción) y que tenían los temas muy frescos, que eran muy agradables y que estarían encantados de prepararme. También me dijo que si por lo que fuese no podía ser con ninguno de ellos, él se plantearía la posibilidad de prepararme. No podía estar más contenta, no estaba todo perdido.

Llamé a los dos notarios y quien primero me dio cita fue ella, la notaria. Así que allí que fuimos mi padre y yo. A diferencia del anterior, ella sí me lo explicó todo y además fue muy agradable, nos contó su experiencia de opositora y todo lo que había vivido durante esa etapa (novios, exnovios, viajes, amigos...). La pega, ella sólo me facilitaba el programa y era yo la que tenía que hacerse los temas. Pero, ¿de dónde sacaba la información?, ¿cómo sabía que estaba buscando lo correcto?, ¿cómo saber lo que tenía que poner para hacer el tiempo exacto y no pasarme? Volvía a tener mil dudas.

Ya sólo me quedaba una opción. El último notario de la lista me citó en su casa un poco antes de que viniera su opositora para hablar con él y que luego me quedara para oírla y ver cómo se cantaban los temas. Para mi sorpresa no tuve que preguntarle nada, sólo hablaba él y me lo explicó absolutamente todo, el funcionamiento del examen, los llamamientos, el sorteo, todo. Me enseñó el programa, sus temas, su código de opositor y lo mejor de todo es que utilizaba el sistema que mejor iba conmigo. Me gustaba el día que había que ir a cantar, el día libre, me facilitaba sus temas, con los que él había aprobado. Por dentro estaba que no me lo creía, había encontrado a mi preparador. Me había transmitido mucha confianza, si preparaba con él, sabía que podía contar con su ayuda y apoyo en los días más flojos. No podía estar más emocionada.

A los cuarenta minutos, llegó su opositora, nos presentó, estuvimos un ratito hablando y cantó, mientras tanto yo no me moví un ápice de mi asiento, sabía que ella estaba nerviosa y no quería distraerla. Al acabar de cantar la que después de convertiría en mi compañera y a día de hoy, amiga, estaba más convencida aún si cabía que quería eso. No tenía ninguna duda, iba a preparar con él.

Me esperé un par de días para decirle a mi preparador que si él estaba dispuesto, quería preparar con él. No tenía ninguna duda. Y su respuesta fue, “estaré encantado, me has transmitido muy buenas sensaciones”. Y de eso hace ya cuatro años, dos meses y dieciocho días.

El preparador se convierte en un guía, en un apoyo, es la figura de referencia. Si no estáis convencidos, no os transmite confianza, veis que no avanzáis, no está mal que busquéis otras opciones. Tenéis que sentiros a gusto con la persona que os guíe en este camino, que os transmita seguridad, que podáis confiar en él, que os entienda en los momentos bajos. Que apriete y exija sin agobiar. No lo cambios para mejor nunca son malos.

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

8 comentarios:

  1. Yo supe quien iba a ser mi preparador desde primero de carrera. Es más, desde el primer día.
    El primer día de carrera, nos juntaron a todos los novatos en el salón de actos para darnos una charla. El primero en hablar fue él. Recuerdo exactamente lo que dijo "amo al derecho igual o más de lo que amo a mi mujer. Si alguno de los que estáis aquí no tenéis esa capaz de amar, iros" y dio una explicación breve, clara y muy entretenida de lo q implicaba el mundo del Derecho. Me fui pa casa y llamé a mi padre "papá ya sé quién quiero q sea mi preparador". Imaginate mi padre, si aún no había ni empezado la carrera....en cuarto curso me dio clase y me enamoré todavía más de su pasión por el derecho. Jamás le dije nada. Terminé la carrera y m puse a trabajar para ahorrar algo de dinero para el temario y cosillas de la oposición ..cuando tuve algo de ahorros, le envié un email. Me citó en su despacho. Hablamos largo y tendido. Le dije q solo quería información porq yo no podía pagar un preparador, q tenia q preparar por mi cuenta con todo el dolor de mi corazón. .. me dijo q él me iba a preparar ,que jamás había visto a nadie con tanta vocación cómo yo. Y q alguien con esa vocación no podía quedar sin preparar por falta de recursos económicos. Lloré cómo una niña pequeña. No m lo podía creer.
    Es mi preparador, mi salvador, mi confidente, mi paño de lágrimas...a él le debo tanto...
    El mejor preparador del mundo, lo tengo yo ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaj me alegro mucho que lo encontraras antes de empezar la carrera! En mi oposición no se suele cobrar por preparar, si en casa suponía un esfuerzo es porque al ser de islas tenía que irme a la península y alquilar piso o pagar colegio mayor con todos los gastos que eso supone.
      Yo al mío también le debo mucho! Ya escribiré sobre eso!!
      jajajajaja eso de que tienes al mejor, discrepo de todo punto jajaja ;)
      Gracias por tu comentario!!

      Un beso!!

      Eliminar
  2. Me ha encantado tu experiencia y creo que va a servir de gran ayuda para quien empiece en este mundo. Muchos ánimos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Merchi!! Ánimos para ti tb!!

      Un besazo!!

      Eliminar
  3. No conozco a nadie en Notarías que cobre por preparar. "Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis."

    Ánimo a todos, que con paciencia se saca seguro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y es cierto! Cuando digo que en casa suponía un esfuerzo que yo opositara es porque soy de islas y si no encontraba preparador aquí tenía que irme a la península, alquilar piso con los gastos ordinarios de comida y demás o bien entrar en un colegio mayor.

      Muchas gracias por los ánimos!

      Eliminar
    2. Por supuesto, pero en este caso me refería al comentario de Julia, estimada María.

      De nada y felicitaciones por el blog :)

      Eliminar
    3. jajajaja pensaba que era por mí!! :) Aunque yo no sé qué prepara Julia, me imagino que no será Notarías.

      Muchas gracias!!
      Saludos!

      Eliminar