sábado, 9 de abril de 2016

La oposición, ¿me ha cambiado?

¡Hola a todos!

Como podéis ver por el título de la entrada, hoy me gustaría escribir sobre un tema del que siempre se habla, al que siempre se hace referencia y es que siempre decimos “la oposición me ha cambiado”. ¿Realmente cambiamos tanto? Veamos si es verdad.

Durante mucho tiempo he leído en multitud de cuentas de Instagram, en blogs e incluso he oído y dicho (en esto último me incluyo la primera) que la oposición nos cambia, pero sin llegar a profundizar en ello.

Pero en qué cambiamos, ¿en nuestra manera de ser?, ¿en nuestra manera de ver las cosas? Bajo mi punto de vista es un poco de cada. Como siempre, os hablo desde mi experiencia y he de decir que no ha sido hasta que he ido a examen que no me he dado cuenta del cómo y el cuánto he cambiado. No sé si realmente es cambio, madurez, llamarlo como queráis, pero lo que sí es cierto es que no soy la misma persona que empezó a opositar un 17 de octubre de hace unos cuantos años.

A pesar de que me han ocurrido varias cosas durante este tiempo, baches en el camino que te hacen seguir hacia delante y no detenerte. Como decía, hasta que no fui a examen no fui consciente de lo que había cambiado. Al volver de Barcelona y tener unos días de descanso y poder pensar y meditar las cosas, lo que había pasado, lo que había hecho mal, me di cuenta de la capacidad de sacrificio y lucha que tengo y de lo que soy capaz de hacer y hasta dónde puedo llegar. Mi preparador siempre dice que para ser opositor hay que ser responsable y trabajador de fábrica. Fue un año entero sin vacaciones, meses sin día libre, días de más de 12 horas de estudio que sin duda alguna han hecho de mí una persona más fuerte, más resistente y más luchadora.  

Pero no sólo me refiero a este cambio en mí, que lo hay, sino también al del día a día, el de las pequeñas cosas. Yo siempre he sido una persona muy reservada, tímida, que observaba y cuando cogía confianza (es decir, a las tres o cuatro veces de haberte visto) me soltaba un poco más. Quién me ha visto y quién me ve, teniendo un blog en el que cuento cosas de mi vida. Sí es cierto que no entro mucho en la parcela íntima o muy personal, pero aún así, no deja de ser una puerta abierta a parte de mi vida en la que como hoy, os cuento cómo me siento o qué he vivido.

Otro aspecto de mí que la oposición ha cambiado es que me conformo con muy poco. Nunca he sido una persona caprichosa, siempre me han enseñado que las cosas hay que ganárselas, que no caen del cielo y que requieren un esfuerzo (sea económico o del tipo que sea). Con unos rotuladores de colores nuevos para los temas estoy más contenta que unas castañuelas. Con mis tazas de motivación pasa lo mismo. Y todo o casi todo me va bien. No suelo poner pegas a las cosas. Me compré un Código Civil en noviembre actualizado (las dichosas reformas) y parecía que me había comprado un Louis Vuitton. No sé si me entendéis.

Otro de los aspectos en los que la oposición me ha cambiado, y esto creo que es a lo que nos referimos todos los opositores cuando hablamos de estos cambios, es a saber valorar el tiempo, tanto el que tenemos para estudiar como los pequeños momentos del día. Siempre he oído que los opositores aprendemos a apreciar el tiempo y cuánta razón. Diez minutos de descanso dan para mucho. Podemos merendar, tomar un café, mirar el móvil y conectar un poco con el mundo exterior o hacernos la manicura como es mi caso muchas veces. Pero no sólo esos diez minutos de descanso son los que valoramos, sino también la caña, el café con los amigos después de comer o de estudiar. El paseo de después de cantar o simplemente el ratito de sofá y tele antes de empezar el turno de tarde. Y qué me decís del tiempo de estudio. Como os conté en la entrada anterior, al principio de opositar cuesta un poco coger el ritmo, pero con el paso de los meses ese ritmo es más ágil. Sabemos que tenemos x horas para estudiar y hay que aprovecharlas al máximo, y es que aquí juega un papel fundamental una buena organización.

Y finalmente, la oposición también nos cambia en un aspecto fundamental, nos hace más humildes, o eso pienso yo. Sabemos que esto es duro, que supone un sacrificio, una renuncia a muchas o varias cosas, que hay más personas como nosotros luchando por lo mismo, y aún así seguimos a sabiendas que esto puede no salir bien. Creo que es fundamental luchar por conseguir el objetivo y ser positivos pensando que si nos hemos metido en una oposición es porque creemos que lo vamos a conseguir pero también es fundamental ser conscientes de que puede darse el caso contrario y no pasa nada, mientras estemos en esta lucha lo seguiremos intentado las veces que haga falta, pero siempre con los pies en la tierra. Y si no se consigue es porque no era nuestro destino y nos habremos llevamos una experiencia y una lección de vida enormes de esta etapa.

Y a vosotros, ¿os ha cambiado mucho la oposición?, ¿en qué os ha cambiado?

¡Mucho ánimo a todos!

Gracias por leerme!


María :) 

6 comentarios:

  1. Me ha gustado muchísimo!!!!!! Es muy real lo que pones, los ratitos con amigas se aprovechan al máximo y aprendes a sacrificarse y a luchar.
    Un besito

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    1. Muchas gracias!! Me alegro que te haya gustado!! La oposición no solo me ha cambiado en lo que he escrito, pero sí es lo más significativo! Es toda una lección de vida!

      Un besazo!

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  2. Estoy muy muy de acuerdo sobre todo en lo de que ser caprichoso no es sinónimo de "buen hábito para el opositor". Lo feliz que me hace ir a una papelería y gastarme 3 euros en subrayadores como si me gastase 300 en Zara!! En mi caso, me faltan muchos adjetivos super valiosos que has enumerado y que son super necesarios... me ha encantado!!

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    1. Muchas gracias Susana! Como digo en el comentario anterior, la oposición me ha cambiado en más cosas, pero para mí esto es lo más significativo o donde veo más cambio en mí!

      Un besazo!

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  3. A mí desde luego me cambió. En un principio me dio confianza en mí mismo al demostrarme que era capaz de esto y lo otro; pero como soy una noria con el primer (y único, gracias a dios) bofetón me enseñó algo importantísimo en este camino: humildad.

    Y hoy día puedo decir que la oposición, después de varios años, me ha servido para desarrollarme un poco más como persona. Y sí, aunque suene a cliché, para conocer mis límites y mi capacidad de esfuerzo.

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    1. Hola!! Muchas gracias por tu comentario! Totalmente de acuerdo con lo que dices. Crecemos, maduramos y aprendemos mucho, para mí es toda una lección de vida, acabe como acabe. No soy la misma de cuando empezó.

      Un saludo!

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