sábado, 7 de noviembre de 2015

Nadie dijo que fuera fácil

¡Hola a todos!

Hoy quería hablaros de un lado más amargo de la oposición. Concretamente de ese estado que seguramente todos los que estamos en esto hemos vivido alguna vez. Ese estado de falta de motivación. Ese estado en el que las cosas no salen como deberían salir y por más empeño que pongamos siguen si salir.

En mis cuatro años de oposición sólo me ha pasado dos veces (han sido crisis que podíamos decir “graves”). La primera vez fue hace dos años después de navidad. Tenía la sensación de que por más que estuviera estudiando no servía para nada, eran horas sentada en una silla delante de los temas y las horas pasaban y yo no conseguía decir los artículos a la perfección o me dejaba cosas y por más que lo repetía seguían sin salir. Es muy frustrante, seguro que estáis de acuerdo conmigo.  

Pues bien, cada vez que iba al preparador temía que al final del cante y de decirme lo que hacía bien y hacía mal me dijera que no servía para esto, que después de dos años y no ser capaz de cantar un tema perfecto, me dijera que estaba perdiendo el tiempo y me dedicara a otra cosa.  Lo cual hace que la ansiedad sea aún más grande y peor sean las semanas. Es la pescadilla que se muerde la cola. Pero en mi caso el preparador siempre me animó a seguir.

No es que me regañara, pero sí me decía que tenía que volver a ser yo, a ser la de antes, que intentara buscar el por qué de aquella situación, el por qué de esa falta de motivación, porque no podía seguir así por mi propio bien, porque si no sería yo la que diría que hasta aquí había llegado. Siempre me dijo que esto es una montaña rusa, que a veces se está arriba y a veces se está abajo, que no somos máquinas perfectas y cualquier circunstancia ajena a la oposición o incluso de la misma oposición nos afecta. Yo en ese momento me encontraba en el punto más bajo de la montaña rusa y tenía que salir de allí lo antes posible, y lo hice. No sé cómo, pero lo hice. Lo mismo que entré en ese bucle sin saber muy bien por qué, salí de él.

Estuve un mes de bajón, cuatro cantes, cuatro lunes que no me encontraba cómoda pero el lunes que hizo cinco algo cambió, no sé si es que dejé de pensar en que iba a tener un mal cante y asumí esa situación o qué es lo que fue, pero ese cante salió mucho mejor, se parecía a los de antes. Volvía a ser yo. Ese cante sirvió para que me motivara y me diera cuenta que había sido una mala época y poco a poco volviera a coger confianza en mí misma y demostrar que sí estaba hecha para esto.

La segunda vez que tuve ese bajón fue hace ya unas cuantas semanas (por suerte ha durado menos que la vez anterior). Aún no se por qué, quizás el cambio de programa, la cantidad de reformas legislativas, pero no tenía ganas de levantarme por las mañanas y pasarme diez horas sentada en la silla delante del código. Lo volví a hablar con el preparador y me dijo lo mismo que la última vez, que esto es una montaña rusa y no somos máquinas pero que hay que intentar salir de esta situación para volver a la rutina de antes, a la buena. Que cuantas más semanas estamos en la cúspide, mayor es la caída, y qué razón tiene.

Personalmente estoy muy agradecida a mi familia que no han dejado de apoyarme nunca y han intentado ayudarme en todo lo que han podido para que estas semanas menos buenas terminasen pronto. Y sobre todo a mi preparador que nunca ha dejado de creer en mí. Gracias a todos ellos.

Es muy normal, en la vida de todo opositor, tener días menos buenos, donde hay un poco de falta de motivación, de cansancio, de pocas ganas de estudiar y de levantarse de la cama. Se trata de aburrimiento por la rutina. Pero sólo son días. Si estas pocas ganas de estudiar, de pasar el día encerrados en el cuarto se alargan y ya no son días sueltos, sino semanas enteras, os recomiendo que habléis con alguien, bien sea pareja, amigos, familia o el preparador. Él mejor que nadie sabe por lo que pasamos, ha estado en nuestra situación y seguro que os ayuda a encontrar la solución.

No os desaniméis, llegará el día que saldréis de esa especie de pozo, aunque penséis que no, se sale y se sale con más fuerza que nunca. Contad cómo os sentís a la gente que os rodea, no os lo quedéis para vosotros y si para ello tenéis que llorar, hacedlo, no pasa nada. Yo lo he hecho más de una vez. Os habréis quitado un peso de encima y os sentiréis mucho mejor.

¡¡Ánimo a todos!! Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco imposible.

Gracias por leerme


María :)

6 comentarios:

  1. Una vez más, gracias por contar tus experiencias de opositora veterana... "Consuela" saber que a todos nos pasa eso en algún momento de la vida opositoril, lo importante es no dejarse vencer por el desánimo y resurgir con más fuerza si cabe!! Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que cuentas, llorar si hace falta, contar cómo te sientes a tus personas de confianza... No estamos solos y eso es muy importante!! Espero que no tengas más momentos así y sí los tienes, sepas salir victoriosa de ellos, que tú puedes y aquí nos tienes por si hace falta empujoncito ;) Un besito!!

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    1. Sara! Muchas gracias!! Es inevitable pasar por esta fase alguna vez durante toda la oposición, sino no sería normal. Creo que la oposición implica varias etapas que nos enseña a conocernos de verdad y darnos cuenta que podemos con todo lo que nos echen encima, a salir adelante a pesar de las "dificultades". Nos hace madurar de una manera que quizás nunca hubiésemos pensado. Lo bueno es reconocer que no estamos en un buen momento y querer poner todo de nuestra parte para salir y seguir hacia delante.
      A mi, personalmente, llorar me va muy bien, me desahogo de una manera que luego me quedo nueva. Secarse las lágrimas y seguir, seguir y seguir. El trabajo diario hace que el éxito se disfrute más.
      Yo también espero no tener más momentos de estos jajaja muchas gracias y lo mismo digo!! Opofamily <3
      Un besito!!!

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  2. Totalmente de acuerdo compañera!! Todos los que opositamos hemos tenido algún bajón sobre todo si llevamos ya unos años y como tú dices la familia y sobre todo el preparador son imprescindibles en esos momentos en que no sabes cómo volver a ser el de antes, como volver a esa temida literalidad. En mi caso el mayor bajón ha sido después del primer suspenso en Barcelona. Tampoco ha ayudado el cambio de programa ni el legislador con tanta reforma. Aunque intentando verle el lado positivo me está sirviendo para tomármelo como un punto y aparte y de ahí poder salir del bajón.
    Mucho ánimo a ti también y enhorabuena por el blog, tus experiencias son de gran ayuda para los que nos metemos en camino!!

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    1. Iván!! Bienvenido! Gracias por tu comentario! Para mí mi preparador y familia son los apoyos más grandes que tengo! Yo también tuve un bajón muy grande al volver de Barcelona, me sentía defraudada conmigo mismo (aún así era la primera vez que me presentaba pero mi preparador me veía tan preparada que creía que podría conseguirlo). Ahí surgió la idea de abrir el blog pero estaba tan enfadada conmigo misma y con el mundo que sabía que no iba a ser "objetiva". Yo, me lo estoy tomando más relajado (por prescripción del preparador), estoy adaptando los temas y asentando la estructura nueva. Ya volveremos a correr otra vez cuando convoquen, ahora no hay prisa. Piensa que ya nos lo sabemos todo, ahora tenemos tiempo de perfeccionar lo que falló la primera vez!!
      Si necesitas algo, aquí me tienes!! Mucho ánimo!!! Y gracias por leerme!!

      Un beso!!

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  3. Yo también era la primera vez que me presentaba, pero aún así siempre nos queda esa pequeña esperanza de aprobar... No hay duda que para la próxima estaremos mucho mas preparados y no tendremos ese miedo a lo desconocido.
    Lo mismo te digo si necesitas cualquier cosa del temario o lo que sea, con toda confianza, entre compañeros hay que ayudarse!!
    Un beso!!!

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    1. Seguro que la próxima es la definitiva!! Ya sabremos a qué enfrentarnos!! Muchas gracias y ánimo!!!

      Un beso!!!

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