¡Hola a todos!
Hoy quería recordar con vosotros
el día del sorteo. El sorteo es un paso más de la convocatoria. A todos los
opositores firmantes de la oposición se nos asigna un número que es el que
vamos a ser durante todo lo que dure la oposición. El número se asigna
aleatoriamente y a partir de ahí podemos hacer más o menos los cálculos sobre
cuándo nos tocará el oral.
Recuerdo el día del sorteo, era
el 11 de marzo de 2015 y esa noche no dormí soñando con el número que me tocaba
(realmente llevaba semanas soñando con el número del sorteo). Me levanté como
un día normal y lo primero que hice fue encender el portátil y abrir la página
de la gestoría que nos mantiene informados de todo, a pesar de saber que hasta
las doce del mediodía no se iba a celebrar el sorteo (peor que el día de la
Lotería Nacional).
Mi compañera y yo nos pasamos la
mañana hablando y haciendo quinielas, qué número nos iba a tocar, qué tribunal,
si podíamos ir juntas a examen, quién iría primero. Os podéis imaginar la
mañana que pasé (lo que se dice estudiar, más bien poco). Fueron pasando las
horas y se hicieron las doce, en ese momento recuerdo que tenía el corazón que
parecía que se iba a salir por la boca. No paraba de rezar, por favor, que me
tocara el tribunal 2 (no sé por qué pero quería ir al tribunal 2, nunca me han
gustado los impares) y que me tocara un buen número, sobre todo eso, un buen
número. Pedía una y otra vez tener un poco de suerte, que por favor la suerte
estuviera de mi lado (llevaba una racha que parecía que me había mirado un
tuerto).
Volvía a actualizar una y otra
vez la web de la gestoría para comprobar si ya habían colgado la lista con el
resultado del sorteo. Y en una de esas actualizaciones, ya se había publicado
la lista. Me puse tan nerviosa que no me encontré en ninguna de las dos listas
(la de cada tribunal). ¿Cómo?, ¿no estaba?, ¿se habían olvidado de mi? Cómo se
iban a olvidar de mí si el sorteo lo hacía un programa informático, así con más
calma volvía a buscarme en las listas y ahí estaba. Mi apellido es compuesto,
yo me buscaba en una letra y me habían puesto en otra, con razón no me
encontraba.
¿Y dónde creéis que estaba? En la
lista del Tribunal 1 y mi compañera en la del tribunal 2, no podíamos haber
empezado con peor pie. En mi tribunal se examinarían las primeras 410 personas
del sorteo y yo era el 205, justo la mitad de la lista, me tocaría examinarme a
mitad del primer llamamiento (eso sí lo tenía claro, iba a ir a primer
llamamiento), y a mi compañera le tocó un número un poco superior a la mitad de
su tribunal (los otros 410 opositores). No íbamos a ir juntas.
No os lo creeréis, pero de los
nervios y de la ansiedad, me pegué el hartón de llorar de mi vida, no me
gustaba ni el número ni el tribunal. Comunicamos la noticia al preparador y nos
dijo que nos habían tocado muy buenos números, no éramos de las primeras, pero
tampoco de las últimas y si aprobábamos tendríamos algo de tiempo para preparar
el segundo. También nos dijo que íbamos al primer llamamiento, nada de
plantearnos ir al segundo. Desde que empezaran los orales hasta que nos tocara
tendríamos tiempo de perfeccionar los cantes para que saliera un buen
ejercicio.
Esa tarde no me quité el sorteo
de la cabeza. En teoría debíamos seguir estudiando como si nada, como si no se
hubiese celebrado el sorteo, pero era imposible. No estaba a lo que tenía que
estar. No hacía más que pensar en el sorteo, en el número y en el tribunal. Así
que decidí que esa tarde me la iba a tomar para mí, para relajarme y hacerme a
la idea de lo que había pasado ese día.
Esta oposición me ha enseñado
mucho y os digo que no hay números buenos o malos, todos son igual de válidos y
con todos se tiene la misma oportunidad de aprobar. Da igual el tribunal que te
toque. Lo importante es hacer un buen ejercicio. Así que a todos los compis de
registros, os haya tocado el número que os haya tocado, mucho ánimo y a
trabajar duro durante estos meses antes del oral. Todos tenéis las mismas
posibilidades de aprobar.
Y no quería despedirme sin desear
suerte a todos los compis que hoy se examinan de técnicos de hacienda. Mucha
suerte a todos y demostrad lo que valéis. En especial a mis niñas de la
opofamily!
Mucho ánimo y suerte a todos!
Gracias por leerme!
Un beso!
María :)
Yo lo he vivido con mi prima, y es una tensión terrible porque se pasa muy mal, aunque ella lo gestiona algo mejor pero es un día feo feo.
ResponderEliminarUn beso y animo a las técnicos y suerte!!!!
Se pasa muy mal hasta que se conoce el resultado del sorteo, luego ya te haces a la idea y es otra cosa. Pero hasta ese momento, las canas no hacen más que crecer jajajaja
EliminarUn beso!
Me imagino los nervios! Recuerdo como me ponía yo cuando el profesor nos decía que el día X colgaría las notas de un examen, pasarme todo el día actualizando el campus virtual... Pues imagínate algo más importante como el sorteo.
ResponderEliminarPero bueno, la oposición nos da esto, poco a poco vamos aprendiendo, la próxima vez, habrán nervios, pero toque el número que toque, el tribunal... siempre habrá lo peor, pero también lo mejor en esos números.
Así que, sea cual sea el número, todos se dirigen a cumplir nuestro sueño.
Un beso preciosa :)
La oposición es la mejor experiencia de la vida. Nos enseña tanto que creo que si no fuera por ella no llegaría a conocerme de verdad, saber lo que puedo aguantar, hasta dónde puedo llegar.
EliminarY tienes razón, cualquier número es bueno para cumplir nuestro sueño!!
Un besazo!!
PD: estoy deseando leerte!!! ;)