UN AÑO DESPUÉS

 ¡Hola a todos! 

Parece mentira pero hace más de un año de la última publicación y ya tocaba haceros un update de cómo estoy.

Es cierto que llevo una temporada más inactiva por redes sociales pero todo tiene una explicación. Mi idea era publicar un post al año de haberos anunciado que había dejado la oposición y contaros cómo estaba y cómo lo llevaba. El motivo de mi ausencia ha sido motivada por un cambio de trabajo y dos mudanzas que han hecho que no haya tenido tiempo para más.

En cuanto al cambio de trabajo deciros que sigo en notarías, pero ahora estoy en otra. El cambio pasó muy rápido. Os pongo en situación. 

En la notaría en la que estaba, todo empezó muy bien, estaba muy contenta y además al lado de casa. Empecé poco a poco, aprendiendo y redactando escrituras, al principio cosas sencillas. Estaba cogiendo experiencia y eso me gustaba, estaba a gusto en el trabajo. Realmente hacía de todo, escrituras, sacaba copias y hacía pólizas, tocaba todos los departamentos de la notaría. A los cinco meses me hicieron fija, ¿qué más podía pedir? La respuesta es crecer, hacer más pero me di cuenta que cuando entraban cosas interesantes, la notario ponía pegas a todo, hasta el punto que llegué a dar gracias de no haber aprobado. La sensación que tenía era que si hubiera aprobado iba a estar a disgusto en un trabajo para el que me hubiera esforzado tanto y costado tanto en conseguir, ¿me habría equivocado? ¿tanto esfuerzo para que todo lo que se salga de lo habitual del día a día sea tan complicado de resolver y se necesite tanto trámite? No, yo no hubiese querido eso. Y eso es lo que pasaba en la notaría. 

Yo quería hacer más cosas, salir de la zona de confort, la oposición son muchos temas. Hay figuras jurídicas muy interesantes que jamás vería ni sabría hacer y me daba pena. Memorizar 125 temas de civil, 1976 artículos del código para hacer cada día lo mismo. 

Pasó el verano y empezaba a ver que no podría avanzar, evolucionar y cada día que pasaba me rondaba más la idea de mirar de cambiar de notaría si se daba la posibilidad.

En Navidad tuve unos días de vacaciones y por otros motivos, un día de esos fui a la Notaría en la que había hecho las prácticas de la carrera. El Notario me reconoció y estuve un ratito hablando con la oficial con la que estuve durante las prácticas. Al salir de allí, salí con una posible oferta de trabajo que se haría realidad después de Navidad, el Notario me llamaría pasado fiestas. No me lo podía creer. Estaba emocionada por el cambio y ansiosa de que pasaran los días para esa llamada.

Pasaron las fiestas y el mes de febrero también y no llegaba esa llamada, así que cogí el teléfono y hablé con la oficial y me dijo que el Notario quería contratarme pero que para eso tenía que darse A, y al no darse A no se dio B (y yo era B). El chasco fue grande, no os voy a engañar, pero pensé, eso es porque hay algo mejor esperándome y entones pasó, un jueves de marzo a las 8:30 de la mañana recibí una llamada de otra Notaría, la que estoy ahora. Querían hacerme la entrevista esa misma tarde. Yo estaba en shock, no me lo podía creer. Avisé a mis padres para decirles que al salir de trabajar no me iría a casa, si no que me iría a la ciudad a hacer una entrevista de trabajo en una notaría de primera.

Llegó la hora de salir y para allá que me fui, nerviosa porque no sabía qué me esperaba, qué me ofrecerían. Llegué al portal, subí al ascensor y me dirigí a la planta en la que está la Notaría, abrí la puerta y entré...

(Continuará)