jueves, 9 de febrero de 2017

La soledad del opositor



¡Hola a todos!

Hoy os traigo una entrada que hace tiempo quería publicar. Existen varios blogs que ya han hablado sobre el tema y yo hoy os quiero dar mi opinión, punto de vista y/o sensación.

Cuando hablamos de la soledad del opositor, para mí, no es tanto la soledad física, que también, sobre todo si estudiamos en casa donde nos pasamos muchas horas sin ver ni hablar con nadie, algo diferente a lo que ocurre cuando estudiamos en una biblioteca ya que estamos rodeados de personas que también estudian y aunque no les conozcamos podemos llegar a sentirnos más acompañados; sino la soledad emocional. Y a esta es a la que hoy me quiero referir.

Posiblemente, el hecho de estar convocada y que empiecen a examinar en apenas un mes y medio hace que los nervios estén más a flor de piel, esperando para salir en cualquier momento y esa sensación de soledad puede acentuarse.

Aunque ya haya pasado por una convocatoria previamente, no lo estoy viviendo de la misma manera. Los años de oposición empiezan a pesar, el cansancio es más constante y no sé si habrá una próxima en el caso de que ésta no salga bien. Algo que no me planteaba la vez pasada. 

El hecho de que la familia y el entorno apoyen nuestra decisión de estar opositando no implica que entiendan lo que se vive, se siente y se sufre mientras vivimos esta etapa, porque en la mayoría de los casos no es así. Hay que estar dentro para realmente saber lo que es. Y es a esa soledad emocional a la que me refiero, a la que mientras estás estudiando brotan las lágrimas porque ya no podemos más, porque estamos cansados, porque el examen se acerca, porque no hay manera de que salga bien determinado tema o artículo y llevamos media mañana con lo mismo cuando otras veces no hemos tenido ningún problema, porque nadie asegura que después de tanto esfuerzo vayamos a conseguirlo. Y después de llorar, en la soledad del opozulo, nos secamos las lágrimas y seguimos estudiando. 

Después de varios años opositando solemos tener la sensación de que ésto es lo único que sabemos hacer, estudiar doce horas diarias durante seis días a la semana. Muchas personas no comprenden que éste es nuestro mundo, que nuestra vida gira en torno a la oposición y al estudio. Y por eso no entienden nuestra frustración con un mal cante, un mal día de estudio o un artículo que se atraganta. La respuesta suele ser “estudia más”. ¿Más? 

Nos dedicamos en cuerpo y alma a estudiar, sacrificamos muchas cosas para conseguir nuestro sueño y un mal cante o una mala semana nos afecta emocionalmente, y aunque para el resto pueda parecer una tontería que se soluciona con un poco más de estudio, para nosotros no lo es. Por eso no es tanto un “ánimo, tú puedes” como un “te comprendo porque a mí me pasa lo mismo, también tengo días malos con la oposición, no te agobies con eso”. Y muchas veces lo que necesitamos es eso, alguien con quien podernos desahogar que esté pasando por lo mismo y que nos entienda. 

En mi opinión, esa es una de las principales razones por la que los opositores hacemos piña entre nosotros, da igual que sea de la misma oposición que de otra, pero nos entendemos. Y como ya os comenté en la entrada Un año, entre nosotros lo que buscamos es comprensión, apoyo y cariño.

Muchas gracias por leerme!

Un beso!

María :)