jueves, 24 de noviembre de 2016

Cambio de aires



¡Hola a todos!

Este lunes salió publicada la lista provisional de los firmantes y eso significa que la cuenta atrás ha empezado de verdad. Diez días después de la provisional se publicará la definitiva y partir de ahí las cosas vendrán una detrás de otra cumpliéndose los plazos legales. 

Si bien es verdad que desde la publicación de la convocatoria el ánimo cambia, empiezan a aparecer los primeros nervios, los temores de que no se llega con el temario, el querer hacer más de lo que se está haciendo para que no nos pille el toro, parece que hasta que no salen las listas uno no acaba de ser consciente del todo de que los meses pasan, y pasan rápido, y cada vez queda menos (o al menos eso me pasa a mí). Como digo, ahora vendrá una cosa detrás de la otra: listas definitivas, tribunales, sorteo y fecha en la que se empieza. 

Creo que en mi interior algo me decía que las listas se iban a publicar en breves porque la semana pasada no fue una buena semana. Estaba algo intranquila y con falta de concentración. Me costó algo más de lo normal sacar los temas adelante y eso se reflejó en el cante del lunes (no me gustó nada el cante que hice).  

El martes empecé semana de estudio pero me notaba agobiada en casa, así que decidí que al día siguiente iría a la biblioteca (llevaba cinco años sin pesar una biblioteca). Sentía que necesitaba un cambio de aires, salir de estas cuatro paredes. Y para mi sorpresa el día de estudio se dio mejor de lo que me esperaba. Es verdad que el principio me costó un poco más concentrarme. La tranquilidad y el silencio de casa no es el de una biblioteca, pero si he me sacado la carrera estudiando en la biblioteca podría pasar un día de estudio allí.  La verdad es que este cambio de escenario, de opozulo me ha venido bien porque me ha permitido coger aire para dar impulso. 

Esta no es una ciudad de tradición opositora como pueden serlo otras, pero he de decir que me ha sorprendido gratamente ver que esto está cambiando. La mayoría de lo que estábamos allí éramos opositores (la sala no es muy grande) y he de decir que se nos identifica fácilmente, no sólo por tener un crono encima de la mesa, sino porque somos más cuadriculados, más organizados, más programados que el resto. Descansos cada dos horas de cinco minutos y vuelta al estudio, con tapones y sin móvil por en medio. 

Y vosotros, ¿necesitáis o habéis necesitado un cambio de aires?

¡Mucho ánimo a todos!

¡Gracias por leerme!

Un beso!

María :)

viernes, 4 de noviembre de 2016

Reconciliándome con los temas



¡Hola a todos!

Como ya os he comentado en alguna que otra ocasión, el primer oral de la oposición consta de tres civiles y un fiscal y después del examen cogí cierto miedo/respeto a los temas que me tocaron, pero fundamentalmente al último civil pues fue el tema decisivo. 

Al volver al estudio y con programa nuevo, la sensación era un poco extraña, sabía que esos temas eran unos temas más del programa, de la misma manera que me podrían haber tocado otros, la suerte es así, con lo cual no deberían suponer mayor problema, pero por otro lado tenía “miedo” a volver a estudiar esos temas. Posiblemente no quería darme cuenta del por qué no salió bien.

Ya han pasado unas cuentas vueltas desde que volví al estudio después del examen y aunque si bien es verdad que al principio (posiblemente las dos primeras vueltas) no quería saber nada de los malditos temas, con dos de ellos, a día de hoy, volvemos a ser amigos, hicimos las paces y no tenemos ningún problema en nuestra relación. 

Pero la espinita del tercer civil seguía estando ahí. A medida que han ido pasando las vueltas, ha sido un tema que he ido dejando para el final, no sé si consciente o inconscientemente. A la hora de estudiarlo me generaba cierto “respeto” y lo hacía como si fuera la primera vez que lo estudiaba. No confiaba en él. No sé si a vosotros os ha pasado pero es una sensación bastante extraña y no sé si me entenderéis.

Durante estas vueltas tras el examen no he cantado ante el preparador ninguno de los temas que me tocaron hasta el lunes pasado. En cierta medida era un alivio salir del preparador sin haber cantado ninguno de esos temas. ¿Y si volvían a fallar?

Pues bien, el lunes pasado, coincidiendo con que era final de vuelta (una vez más lo dejé para el final), después de decirle a mi preparador los temas que llevaba, casi sin pensárselo mucho, me comentó que tenía que cantar ese tema. En ese momento pensé “no me falles”. Reconozco que al principio no estaba muy segura, pero a medida que avanzaba el cante viendo que los artículos salían sin ningún problema retomé esa seguridad que siempre he tenido con los temas a la hora de cantarlos.

El tema salió bien y reduje el tiempo de exposición y así ajustarlo más al tiempo máximo que tenemos (es un tema que aunque se quiera no se mete en tiempo ni a la de tres) de manera que salí bastante contenta del cante, fundamentalmente porque había cantado el tema que tanto me había costado volver a estudiar. 

La espinita ya no es tan grande. Todavía no somos amigos, no me acabo de fiar, quizás necesite más tiempo, pero hemos dado un paso muy grande en nuestra relación y es algo de lo que estoy muy contenta. Aunque también reconozco que he tardado tiempo en llegar a este punto.

Y a vosotros, ¿os ha pasado alguna vez? ¿habéis podido volver a cantar ese odiado tema sin problemas?

Gracias por leerme!

Mucha suerte y ánimo!

Un beso!

María :)