jueves, 31 de diciembre de 2015

Despidiendo el 2015

¡Hola a todos!

El año se acaba y quería aprovechar para hacer un pequeño balance de mi año. Los seis primeros meses de este 2015 han sido duros, muy duros, estudiando sin parar preparando mi examen. Meses en los que no había descanso, días libres ni fiestas. Echando la vista atrás me doy cuenta de todo lo que he logrado a pesar no haber conseguido el ansiado aprobado. Me he demostrado a mí misma de lo que soy capaz de hacer, de la presión que soy capaz de aguantar y es algo de lo que estoy muy orgullosa. La oposición es una prueba constante que nos hace crecer y madurar.

Después del examen tuve casi dos meses de descanso, para reponer pilas y pensar bien qué hacer con mi vida. Dos meses en los que viví mucho, salí, quedé con amigas y me lo pasé genial. Además coincidió que era verano, no podía haber sido mejor.

En agosto se aprobó el nuevo programa de la oposición y tocaba volver a la rutina. Era una sensación rara porque tenía muchas ganas de volver a estudiar (parece que es lo único que sé hacer y engancha, la oposición engancha mucho) pero por otro lado no quería perder esa “libertad” que había tenido durante unas semanas. Volví con muchas ganas y fuerza. Había aprendido mucho de mi experiencia en el examen y esta vez no me iba a pillar, no señor. No saben a quién van a tener delante la próxima vez.

Y durante estos doce meses, de tensión, nervios, mucho estudio, lloros y buenos momentos he conocido a muchas personas, maravillosas personas que se conocen a lo largo de la oposición y que aunque no opositen a lo mismo que tú o no vivan en la misma ciudad te hacen sentir una más. Esas personas que te apoyan en la distancia. Esas personas que son compañeras de lucha.

He de decir que yo nunca había creído en las amistades por redes sociales. Pero desde que estoy opositando me he dado cuenta que somos muchos los que compartimos sentimientos, horas de lucha y sufrimiento y hace que descubras personas que realmente merecen la pena, algo que me ha hecho cambiar completamente mi pensamiento acerca de este mundo virtual.

Que te alegres cuando alguno de ellos aprueba y pasa al siguiente examen y lo vivas como si fuera un éxito propio, que te entristezcas cuando alguien te dice que no ha pasado el examen. En mi caso no puedo estar más agradecida pues he de decir que recibí muchísimos mensajes de apoyo y ánimo los días previos a mi examen así como también los días posteriores a mi “fracaso” en el examen. Un montón de mensajes privados para preguntar cómo me encontraba, que no pensara en rendirme y que pasara lo que pasara iban a estar ahí para apoyarme. Todos esos mensajes me hicieron sentir muy apoyada en esta lucha!

Personas con las que puedo pasar horas hablando por teléfono o mediante notas de voz como si nos conociéramos de toda la vida, personas que vienen a visitarte, que te ofrecen su casa para que vayas a visitarlas. Personas que te cuentan sus problemas porque confían en ti y te meten en un grupo de whatsapp para que seas partícipe de sus vidas. Personas que te escuchan, te apoyan y no te juzgan. Personas con las que se hace un amigo invisible y es tal la emoción al recibir los regalos que sólo por eso merece la pena formar parte de esto y decidir opositar.

Porque formáis parte de esa familia que se elige y espero que el día de mañana sigamos siendo familia. GRACIAS POR ESTAR AHÍ! OS QUIERO!!

Y no quiero acabar esta entrada sin daros las gracias a todos y cada uno de vosotros, los que estáis al otro lado de la pantalla que entrada tras entrada me leéis, me comentáis y me mandáis emails dándome las gracias por escribir. GRACIAS A VOSOTROS por estar ahí, sin vosotros el blog no tendría sentido. Lo abrí con la idea de que alguien pudiera leerme y serle de ayuda pero jamás pensé que tendría este recibimiento, así que no puedo estar más agradecida. No podía acabar de mejor forma este 2015.

Os deseo un 2016 lleno de ilusión, trabajo y buenos momentos y que consigáis esa plaza tan deseada!! 

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

lunes, 28 de diciembre de 2015

Vacaciones de Navidad

¡Hola a todos!

¿Qué tal habéis pasado estos días?, ¿habéis podido estudiar? Si os soy sincera a mí me ha costado bastante estudiar estos días de fiestas, con tanta comilona y gente en casa, pero al final he podido sacar la semana adelante. Me imagino que porque era la última semana de vuelta y eso ha hecho que tuviera ganas de acabar y sacarla adelante.

Así que hoy, como todos los lunes he ido a cantar. Ha ido muy bien, la verdad es que el tema en cuestión era un tema nada complicado y de los que paso gusto cantando. Era un tema con reformas que había que adaptar pero nada difícil.

Al acabar el cante, le he pedido al preparador, y con motivo del final de vuelta, una semana de vacaciones para reponer pilas y empezar la vuelta con energía y ganas. Últimamente me costaba acabar la semana, me notada cansada, así que pensé que me vendría bien unos días de parón. A pesar de que me ha costado sudor y lágrimas conseguir mi semana de vacaciones (según el preparador ya he agotado mi mes de vacaciones con las que tuve en verano después de suspender el oral), puedo decir que estoy oficialmente de vacaciones!!!!

Así que esta semana voy a opositar muy poco, por no decir nada y voy a existir mucho, que también nos lo merecemos!!

Y vosotros, ¿tenéis o habéis tenido vacaciones de Navidad?

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

sábado, 26 de diciembre de 2015

¡¡¡¡FELICES FIESTAS!!!!

¡Hola todos!

Aunque con un poco de retraso (entre comilonas y estudio casi no he tenido tiempo) quería desearos a todos unas muy buenas y felices fiestas! 

Espero que hayáis podido disfrutar de la familia y dejar aparcados los temas durante unos días. En mi caso, apenas tengo días libres. Hoy en mi CCAA es festivo, casi más importante que el día de ayer y a pesar de ello, toca hincar codos (sino no sé que llevaré el lunes).

Aprovecho para daros las gracias a todos y cada uno de vosotros que día tras día estáis al otro lado de la pantalla, leyéndome y comentándome. Apenas hace un par de meses que abrí el blog y no puedo estar más agradecida!! GRACIAS de todo corazón!! 

Que todos vuestros deseos se cumplan, y el más importante, conseguir nuestra soñada y peleada plaza!! 

Un besazo enorme a todos!!!

Gracias una vez más por leerme!!

María :) 


sábado, 19 de diciembre de 2015

Cambios de cante

¡Hola a todos!

Seguro que alguna vez el preparador os ha cambiado el día o la hora de cante pero, ¿y si os avisa del cambio el mismo día que tendríais que ir a cantar? ¿Os ha pasado alguna vez? A mí sí.

Yo por regla general voy a cantar los lunes y no es hasta el mismo lunes cuando sé la hora exacta dependiendo de la cantidad de trabajo que tiene en la Notaria. Según mi preparador no me avisa antes para que no me relaje (¿cómo me voy a relajar?), tanto si el lunes voy a cantar como si no, no es hasta primera hora de la mañana cuando me lo dice, lo que significa que hasta que no me avisa me paso el día pendiente del móvil por si suena y yo no me he enterado (uno de mis miedos opositores es llegar tarde por no haberme enterado o haber confundido la hora). Sus razones son que así me voy acostumbrando a lo que es hacer pasillo y que te convoquen de un día para otro o que estés convocado un día y te dejen para el día siguiente (esto es lo que me pasó el día de mi oral).

Otra de las cosas que hace mi preparador es que nunca canto en el mismo sitio, unos lunes es en la Notaria (a distintas horas de la mañana), otros lunes es en el Colegio (suele ser a primera hora de la tarde), en su casa (puede ser a cualquier hora de la tarde) o bien me puede mandar a otro Notario para que sea él quien me coja los temas (en la otra punta del mapa y a primera hora de la tarde). La razón de esto es que así no me pongo nerviosa cantando en ambientes diferentes, preparándome para la sala del Tribunal el día del examen (por mucho que haya cantados en diferentes sitios, la sala del Tribunal impone y mucho).

A veces también me deja un lunes sin cantar y me hace acumular para la semana que viene lo que tendría que haber llevado ese lunes que no voy y lo nuevo que tengo que hacer esa semana. De esa manera te vas acostumbrando a acumular para cuando llegue el día del examen. Es una especie del sistema híbrido que muchos me habéis dicho que hacéis en la entrada anterior. Pero muy pocas veces lo hago. Normalmente cuando el lunes que me toca cantar es fiesta o puente.

Aunque a veces hayamos tenido una mala semana y recemos para no tener que ir a cantar (me ha pasado más de una vez), os aseguro que lo mejor es ir y cerrar esa semana aunque el cante no salga como debería porque como os digo, en mi caso, toca acumular. Al principio cuando llevas pocos temas no pasa nada, no es tan malo, te puedes llegar a acostumbrar, pero cuando llevas muchas vueltas y vas con treinta y tantos temas a la semana es una locura acumular, os lo digo yo. 

En conclusión, la oposición está diseñada para hacernos sufrir desde el primer día y nosotros para superar estos pequeños obstáculos y aprender de cada uno de ellos.
Y a vosotros, ¿os hacen estos cambios?, ¿os avisan el mismo día?

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

miércoles, 16 de diciembre de 2015

¿Vueltas o arrastre?

¡Hola a todos!

El otro día hablando con una compañera estuvimos “discutiendo” qué sistema es mejor o nos va mejor, si el de vueltas o el de arrastre. Y realmente no llegamos a ninguna conclusión. Cada una defendía su sistema por ser el que mejor iba con cada una.

En mi caso hago el sistema de vueltas. Como os contaba en otra entrada (la elección del preparador), yo buscaba un preparador que utilizara el sistema de vueltas por mi forma de ser y de estudiar. Si no me quedaba más remedio que hacer el de arrastre, lo haría, pero no era lo que más me gustaba.

Yo quería hacer el sistema de vueltas porque a la hora de estudiar me aburre soberanamente hacer siempre lo mismo (tener que llevar siempre los mismos temas e ir añadiendo nuevos de dos en dos me parecía lo más aburrido del mundo). Reconozco que tengo memoria a largo plazo y no me cuesta apenas repasar lo que hace meses que no he visto, enseguida lo recupero y tengo la sensación que hace muy poco que lo estudié. Por lo que quería explotar esa “virtud” mía, ya que en definitiva la oposición consiste un poco en eso.

También quería hacer el sistema de vueltas porque estudiar cada semana los mismos temas excepto un par nuevos es una cosa que me aburre muchísimo, no os podéis hacer una idea. Y sabía que si me aburría, perdería la motivación y las ganas de seguir y lo mandaría todo a freír monas antes de tiempo. Así, de esta manera, la oposición es mucho más dinámica, cada día es una cosa diferente y me divierte, sí, habéis leído bien, me divierte. Me gusta no hacer cada día los mismos temas. En el fondo, me gusta lo que hago, estoy aprendiendo muchísimo y sé que es el mejor máster que jamás podría haber hecho (y hasta aquí el momento friki del día jajaja).

Cuando conocí a mi preparador me dijo que él haría el sistema de vueltas porque era lo que habían hecho con él y creía que funcionaría (se sacó las opos en 4 años). Me dijo también que si quería el de arrastre lo podíamos hacer pero en su opinión era un sistema muy lento, donde no se veían avances y por ende, la gente se cansaba y lo dejaba. En una oposición de menos temas quizás sí funciona, pero en esta, y con tantos temas, creía que lo mejor era el sistema de vueltas.

La oposición eran 373 temas (ahora con el cambio de programa son unos cuantos menos). Eran muchos temas para acumular. En cálculos de mi preparador nos plantaríamos en 7 años de estudio para poder ir a examen con todo el temario.

Por el contario, mi compañera defendía el sistema de arrastre porque para ella es la manera de asentar los temas, de conseguir sabérselos como el Padrenuestro pero me reconoció que era lento y aburrido y que le ha llevado a situaciones de falta de motivación más veces de las que le hubiera gustado.

Tengo una muy buena amiga que es Secretario Interventor de Ayuntamiento y ella utilizó el sistema de arrastre y le fue muy bien. En apenas dos años consiguió la plaza.

Bajo mi humilde opinión, creo que las oposiciones de mucho  temario deberían ser con vueltas para evitar alargar en el tiempo lo que en menos años se puede conseguir.

Con esto no quiero decir que lo que yo hago sea lo mejor del mundo, ni mucho menos. Como siempre os digo es cuestión de que os conozcáis y utilicéis el sistema que mejor va con vuestra forma de ser y de estudiar, el que os de seguridad de cara al examen y con el que os sintáis cómodos. El que no os quite las ganas de estudiar y os motive para seguir día a día al pie del cañón.

Y vosotros, ¿qué sistema utilizáis?, ¿vueltas o arrastre?, ¿cuál os va mejor?

Mucha suerte y ánimo a todos!

Gracias por leerme!

Un beso


María :)

sábado, 12 de diciembre de 2015

El sorteo de la oposición


¡Hola a todos!

Hoy quería recordar con vosotros el día del sorteo. El sorteo es un paso más de la convocatoria. A todos los opositores firmantes de la oposición se nos asigna un número que es el que vamos a ser durante todo lo que dure la oposición. El número se asigna aleatoriamente y a partir de ahí podemos hacer más o menos los cálculos sobre cuándo nos tocará el oral.

Recuerdo el día del sorteo, era el 11 de marzo de 2015 y esa noche no dormí soñando con el número que me tocaba (realmente llevaba semanas soñando con el número del sorteo). Me levanté como un día normal y lo primero que hice fue encender el portátil y abrir la página de la gestoría que nos mantiene informados de todo, a pesar de saber que hasta las doce del mediodía no se iba a celebrar el sorteo (peor que el día de la Lotería Nacional).

Mi compañera y yo nos pasamos la mañana hablando y haciendo quinielas, qué número nos iba a tocar, qué tribunal, si podíamos ir juntas a examen, quién iría primero. Os podéis imaginar la mañana que pasé (lo que se dice estudiar, más bien poco). Fueron pasando las horas y se hicieron las doce, en ese momento recuerdo que tenía el corazón que parecía que se iba a salir por la boca. No paraba de rezar, por favor, que me tocara el tribunal 2 (no sé por qué pero quería ir al tribunal 2, nunca me han gustado los impares) y que me tocara un buen número, sobre todo eso, un buen número. Pedía una y otra vez tener un poco de suerte, que por favor la suerte estuviera de mi lado (llevaba una racha que parecía que me había mirado un tuerto).

Volvía a actualizar una y otra vez la web de la gestoría para comprobar si ya habían colgado la lista con el resultado del sorteo. Y en una de esas actualizaciones, ya se había publicado la lista. Me puse tan nerviosa que no me encontré en ninguna de las dos listas (la de cada tribunal). ¿Cómo?, ¿no estaba?, ¿se habían olvidado de mi? Cómo se iban a olvidar de mí si el sorteo lo hacía un programa informático, así con más calma volvía a buscarme en las listas y ahí estaba. Mi apellido es compuesto, yo me buscaba en una letra y me habían puesto en otra, con razón no me encontraba.

¿Y dónde creéis que estaba? En la lista del Tribunal 1 y mi compañera en la del tribunal 2, no podíamos haber empezado con peor pie. En mi tribunal se examinarían las primeras 410 personas del sorteo y yo era el 205, justo la mitad de la lista, me tocaría examinarme a mitad del primer llamamiento (eso sí lo tenía claro, iba a ir a primer llamamiento), y a mi compañera le tocó un número un poco superior a la mitad de su tribunal (los otros 410 opositores). No íbamos a ir juntas.

No os lo creeréis, pero de los nervios y de la ansiedad, me pegué el hartón de llorar de mi vida, no me gustaba ni el número ni el tribunal. Comunicamos la noticia al preparador y nos dijo que nos habían tocado muy buenos números, no éramos de las primeras, pero tampoco de las últimas y si aprobábamos tendríamos algo de tiempo para preparar el segundo. También nos dijo que íbamos al primer llamamiento, nada de plantearnos ir al segundo. Desde que empezaran los orales hasta que nos tocara tendríamos tiempo de perfeccionar los cantes para que saliera un buen ejercicio.

Esa tarde no me quité el sorteo de la cabeza. En teoría debíamos seguir estudiando como si nada, como si no se hubiese celebrado el sorteo, pero era imposible. No estaba a lo que tenía que estar. No hacía más que pensar en el sorteo, en el número y en el tribunal. Así que decidí que esa tarde me la iba a tomar para mí, para relajarme y hacerme a la idea de lo que había pasado ese día.

Esta oposición me ha enseñado mucho y os digo que no hay números buenos o malos, todos son igual de válidos y con todos se tiene la misma oportunidad de aprobar. Da igual el tribunal que te toque. Lo importante es hacer un buen ejercicio. Así que a todos los compis de registros, os haya tocado el número que os haya tocado, mucho ánimo y a trabajar duro durante estos meses antes del oral. Todos tenéis las mismas posibilidades de aprobar.

Y no quería despedirme sin desear suerte a todos los compis que hoy se examinan de técnicos de hacienda. Mucha suerte a todos y demostrad lo que valéis. En especial a mis niñas de la opofamily!

Mucho ánimo y suerte a todos!

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)


jueves, 10 de diciembre de 2015

Enfrentarse a un tema por primera vez

¡Hola a todos!

Tal y como os anunciábamos hace unos días, tanto “Mi vida: opositar y algo más” y yo decidimos hacer una colaboración y escribir las dos sobre un mismo tema, pero cada una desde su punto de vista para que pudierais tener dos visiones distintas o no, hasta que no leamos la entrada completa no lo sabremos. Después de preguntaros en las redes sociales sobre qué os apetecería que escribiéramos, elegimos dos temas, así que habrá dos entradas diferentes, y esta es la primera de ellas.

En la de hoy, os hablaré de cómo me enfrento a un tema nuevo que tengo que estudiar por primera vez. Como algunos sabréis (y sino ahora ya lo sabéis), el 3 de agosto de 2015 se publicó un nuevo programa para acceder al cuerpo de Notarios y Registradores. Ahora, la parte de civil es común a las dos oposiciones y ello implica un cambio en el temario además de todas las reformas legislativas que hemos estado sufriendo estos meses atrás.

Esto significa que tengo que adaptar todos mis temas al nuevo programa. Lo que antes era el tema 3 ahora es el 5, se refunden dos antiguos temas en uno solo, hay epígrafes nuevos, algunos cambian el orden, en fin, que tengo que hacer mis temas otra vez.

Cuando empecé la oposición, mi preparador me facilitó los temas, pero estaban escritos a mano, y aunque la letra no era difícil de entender, preferí pasar todos los temas a ordenador para poder trabajarlos, subrayarlos y hacerlos míos. Al principio fue una matada, pero pensé que si había reformas importantes, iba a ser mucho más fácil ir al documento Word, cambiar las cosas y volver a imprimir, que tener que hacer tachones, tippex y post-it por todo. A día de hoy creo que fue una muy buena decisión porque sólo tengo que cortar y pegar, meter las reformas legislativas y tengo el tema nuevo.

Bueno pues cuando me toca hacer un tema nuevo (ahora casi todos son nuevos) lo primero que hago es leérmelo entero para entender la ideas básicas del tema y saber de qué va. Poder tener una idea general del tema, si tiene muchos artículos o no, si son muy largos o no. En definitiva, saber a qué me enfrento.

Una vez que lo he leído entero, empiezo a subrayarlo según el orden de colores que os comentaba en una entrada anterior ("Así estudiaba, así, así, así estudiaba que yo la vi"). Y cuando ya lo tengo todo subrayado me hago un esquema muy general del tema, sólo con las preguntas y los apartados, esquema que a medida que voy estudiando voy rellenando.

Cuando el tema ya está subrayado y tengo el esquema hecho, empiezo a estudiar, y como os contaba en esa entrada, voy pregunta por pregunta. Hasta que no se me la primera pregunta del tema no pase a la siguiente y así con todas, hasta que tengo el tema estudiado. Como sabéis estudio en voz alta y lo repito hasta que me lo sé.

Los artículos directamente del código y también repitiendo hasta que salgan. Si son más largos o más complicados, y veo que me está costando, lo escribo para tener tres vías diferentes para aprendérmelo; leído, oído y escrito.

En temas densos y pesados, cuando me sé una pregunta y paso a la siguiente, vuelvo a empezar, es decir, si ya me sé la pregunta una y dos, paso a la tercera y cuando me sé la tercera hago la primera, segunda y tercera y entonces paso a la cuarta, y así hasta que el tema está entero.

Y finalmente, una vez que está todo el tema estudiado con todos los artículos, completo el esquema del principio con los subapartados, artículos, autores y fechas. Y ya sólo me queda cantar el tema. Me gusta, y esto es una manía mía, que cuando el tema está acabado de estudiar, cantarlo una vez para comprobar si me queda bien de tiempo y si realmente está bien estudiado. Así el día que repaso lo de toda la semana, puedo dedicarle más tiempo a cada tema porque ya sé cómo queda, si tengo que correr más o menos, si puedo extenderme con alguna toería o no.

Esta es mi forma de estudiar un tema nuevo por primera vez, a ver que nos cuenta “Mi vida: opositar y algo más”, ¿habrá muchas diferencias?, ¿lo haremos igual? Estoy nerviosa por saber cómo lo hace ella!!

Espero que os haya gustado esta forma de colaboración entre los dos blogs. Aquí os dejo el link de su blog para que podáis leer su entrada sobre esta forma de enfrentarse a un tema por primera vez. http://mividasinmasnimas.blogspot.com.es/

Mucho ánimo a todos!!

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

miércoles, 9 de diciembre de 2015

A por el dictamen!!!

¡Hola a todos!

Hoy os traigo una entrada muy cortita. Hoy se va a celebrar el tercer ejercicio (conocido como dictamen) para acceder al cuerpo de Notarios. Y lo van a realizar los opositores del Tribunal 2 que hayan sido declarados aptos en el ejercicio anterior (segundo oral).

Para los que no lo sepáis, la oposición para acceder al cuerpo de Notarios, consta de 4 ejercicios (dos orales, el dictamen y un último ejercicio que consiste en redactar una escritura pública y resolver un ejercicio de matemáticas financieras).

En el primer oral (168 temas) nos examinamos de civil (3 temas) y fiscal (1 tema), en el segundo oral (205 temas) de mercantil (2 temas), hipotecario (2 temas), notarial (1 tema), procesal o administrativo (estas dos últimas van juntas y dependiendo del número de la bola es una cosa u otra).

El tercer ejercicio, el que se celebra hoy, consiste en resolver un caso práctico durante 6 horas. Concretamente en localizar los problemas que se plantean y dar una posible solución a los mismos. Para ello está permitido llevar toda la legislación que se crea necesaria, pero sin comentar. El tribunal ha recomendado ir con la del BOE.

El dictamen es el más difícil de la oposición, es el que determinará quiénes van a ser los próximos Notarios. Del anterior ejercicio han aprobado 51 opositores para 45 plazas que corresponden al Tribunal 2.

Conozco a varios opositores que hoy se examinan y sé lo nerviosos que están. Sólo es un paso más para conseguir el objetivo final que está muy, muy cerca.

Simplemente desear a todos los opositores toda la suerte del mundo!! Calma, tranquilidad y leer bien el ejercicio! Confiad en vosotros y demostrad lo que valéis!!! Sois muy grandes por haber llegado hasta aquí! Pase lo que pase, no os rindáis! Todos os merecéis obtener el título!

Mucha suerte y ánimo a todos!! 

Gracias por leerme!

Un beso!

María :) 


sábado, 5 de diciembre de 2015

La elección del preparador

¡Hola a todos!

Hoy quería hablaros un poquito del preparador, de cómo lo busqué y por qué me decanté por él. Qué fue lo que hizo que dijera con él quiero preparar.

Como ya os conté en ¿Por qué Notarias?, siempre he sabido que quería ser notario así que me fui informando por mi cuenta de la oposición y de la profesión. Investigué si había academias, de dónde podía conseguir el temario, en qué consistía el examen y buscando, buscando encontré una lista de preparadores, pero ninguno en mi provincia. ¿Ahora qué hacía?, ¿irme a otra provincia? Así que, aun estando en la facultad, sin haber acabado la carrera, hablé con mi profesor de civil por si cabía la más remota posibilidad que él conociera a algún preparador que estuviera dispuesto a prepararme. Y me dio el nombre de tres notarios amigos suyos, de los cuales, uno no había preparado nunca, otro había preparado pero hacía años que lo había dejado y el último que sí estaba preparando en esos momentos a un par de chicas.

Llamé a la notaria y concerté una cita con el notario. Estaba muy emocionada, iba a conocer el entramado de la oposición de primera mano. Me acompañó mi padre. Recuerdo que entramos en la sala de firmas y nos recibió el Notario. Le comenté que estaba interesada en opositar porque siempre lo había querido y a cada pregunta que yo le hacía su respuesta era, “no lo sé, ya veremos”. Yo le preguntaba si vueltas o arrastre, días a la semana para ir a cantar, día de descanso, cuántos temas a la semana y su respuesta siempre fue la misma, “no lo sé, ya veremos”. No me explicó absolutamente nada de la oposición, ni del examen, ni de cómo era, ni nada de nada. Yo salí de allí con más dudas que con las que entré. Lo único bueno, que no tenía que preocuparme por los temas, me los daba él, hechos por él mismo y si había modificaciones y demás, también me lo facilitaba él.

Recuerdo que en el ascensor, de vuelta a casa, mi padre y yo nos miramos y los dos dijimos que con este preparador no, no me transmitía confianza, seguridad, ni nada por el estilo. Y ¿ahora qué hacía?, no había más nombres en la lista de mi profesor de civil, ¿me iba a preparar fuera sabiendo el esfuerzo que en casa suponía?, ¿me ponía a trabajar y me olvidaba de la oposición? Aquello supuso un dilema para mí. Debía seguir buscando, quizás había más preparadores y no lo sabía.

Entonces lo que hice fue hablar con el notario con el que hice las prácticas y para mi sorpresa me dijo que conocía a dos notarios más (chico y chica) que estaban preparando, que hacía muy poquito que habían aprobado (son de la misma promoción) y que tenían los temas muy frescos, que eran muy agradables y que estarían encantados de prepararme. También me dijo que si por lo que fuese no podía ser con ninguno de ellos, él se plantearía la posibilidad de prepararme. No podía estar más contenta, no estaba todo perdido.

Llamé a los dos notarios y quien primero me dio cita fue ella, la notaria. Así que allí que fuimos mi padre y yo. A diferencia del anterior, ella sí me lo explicó todo y además fue muy agradable, nos contó su experiencia de opositora y todo lo que había vivido durante esa etapa (novios, exnovios, viajes, amigos...). La pega, ella sólo me facilitaba el programa y era yo la que tenía que hacerse los temas. Pero, ¿de dónde sacaba la información?, ¿cómo sabía que estaba buscando lo correcto?, ¿cómo saber lo que tenía que poner para hacer el tiempo exacto y no pasarme? Volvía a tener mil dudas.

Ya sólo me quedaba una opción. El último notario de la lista me citó en su casa un poco antes de que viniera su opositora para hablar con él y que luego me quedara para oírla y ver cómo se cantaban los temas. Para mi sorpresa no tuve que preguntarle nada, sólo hablaba él y me lo explicó absolutamente todo, el funcionamiento del examen, los llamamientos, el sorteo, todo. Me enseñó el programa, sus temas, su código de opositor y lo mejor de todo es que utilizaba el sistema que mejor iba conmigo. Me gustaba el día que había que ir a cantar, el día libre, me facilitaba sus temas, con los que él había aprobado. Por dentro estaba que no me lo creía, había encontrado a mi preparador. Me había transmitido mucha confianza, si preparaba con él, sabía que podía contar con su ayuda y apoyo en los días más flojos. No podía estar más emocionada.

A los cuarenta minutos, llegó su opositora, nos presentó, estuvimos un ratito hablando y cantó, mientras tanto yo no me moví un ápice de mi asiento, sabía que ella estaba nerviosa y no quería distraerla. Al acabar de cantar la que después de convertiría en mi compañera y a día de hoy, amiga, estaba más convencida aún si cabía que quería eso. No tenía ninguna duda, iba a preparar con él.

Me esperé un par de días para decirle a mi preparador que si él estaba dispuesto, quería preparar con él. No tenía ninguna duda. Y su respuesta fue, “estaré encantado, me has transmitido muy buenas sensaciones”. Y de eso hace ya cuatro años, dos meses y dieciocho días.

El preparador se convierte en un guía, en un apoyo, es la figura de referencia. Si no estáis convencidos, no os transmite confianza, veis que no avanzáis, no está mal que busquéis otras opciones. Tenéis que sentiros a gusto con la persona que os guíe en este camino, que os transmita seguridad, que podáis confiar en él, que os entienda en los momentos bajos. Que apriete y exija sin agobiar. No lo cambios para mejor nunca son malos.

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿Valdrá la pena?

¡Hola a todos!

Hoy os traigo un pensamiento que me ronda la cabeza, una reflexión en voz alta. Bueno, más bien, escrita. Y es que, dado los acontecimientos que han y están sucediendo a mi alrededor, es inevitable preguntarse alguna vez (o más de una seguramente) durante la oposición, si estaremos haciendo lo correcto, si habremos tomado una buena decisión. Si esto nos va a llevar a lo que realmente queremos.

A lo que me refiero es si nos compensa pasarnos la vida (unos cuantos años, nótese mi dramatismo) encerrados en una habitación, estudiando de 8 a 10 horas diarias, mientras el mundo sigue girando a nuestro alrededor y nosotros no nos damos cuenta porque sólo tenemos una cosa en mente, ESTUDIAR.

La vida de la gente que me rodea, sobre todo amigas, sigue hacia delante, cumpliendo etapas, evolucionando como personas, creciendo.

De mi grupo de amigas, dos están casadas, otra está independizada con el novio, y luego estoy yo, soltera y en casa de papá y mamá, con una edad en la que ya empiezas a plantearte las cosas seriamente y sin ningún tipo de independencia económica. Yo, la amiga “invisible”, que nunca está disponible como le gustaría y la que se pierde la mitad de las cosas, por no decir casi todas.

No me estoy quejando de mis amigas, porque gracias a Dios, entienden perfectamente que esté opositando, son mis amigas de la facultad y todas saben lo duro que es esto y siempre cuando nos vemos se adaptan a mis horarios. No me refiero a eso, me refiero a la vida en general. El crecer como personas e ir cumpliendo etapas y que es inevitable que lleguen.

Cuando empecé la oposición no me planteaba nada de esto, aún no había acabado la carrera. Al acabar la licenciatura mis amigas estaban en despachos haciendo pasantía y veía que tenía mucho tiempo por delante. Pero hace dos veranos,  cuando se casaron mis amigas, fue la primera señal. Había vida, mucha vida fuera de las cuatro paredes de opozulo. La gente crece, evoluciona y sigue con sus vidas cuando yo sólo tenía o tengo una cosa en mi día a día, la oposición. Las semanas y los meses pasan, y yo tengo la sensación que siempre estoy en el mismo mes, en el mismo lugar que hace cuatro años.

Realmente quiero ser notario y estoy luchando por conseguirlo, pero a veces me pregunto si no estaré renunciando a muchas cosas por intentar realizar un sueño que nadie me asegura que vaya a ser realidad, ¿y si no lo consigo? Los años de oposición empiezan a pesar. Ciertamente es un riesgo que corremos y que al empezar estamos dispuestos a asumir pero, ¿qué será de mí si no lo consigo?

Por otra parte veo a mi preparador, notario antes de los 30, con la vida que siempre quiso, haciendo lo que le gusta y me da mucha envidia. Pero envidia de la buena, de la que te hace dar rienda suelta a la imaginación y verte en su lugar, con tu notaria, tu casa, teniendo vida. Si los demás pueden, ¿por qué yo no?, ¿por qué no puedo conseguirlo?

Es una pregunta que me hago muy a menudo y que me contesto yo sola, pero es que a veces se hace tan cuesta arriba que no sé si todo esto valdrá la pena. Si todo esto servirá para algo. Si todo esto me dará alguna recompensa. En fin, espero que sí.

Supongo que me rondan estos pensamientos porque ya estamos en diciembre, el último mes de año y voy a ver pasar otro año más de mi vida sentada en la misma silla, de la misma habitación que cuando empecé.

Gracias por leerme!!

Un beso!

María :)