sábado, 31 de octubre de 2015

¿Puente?, ¿qué es eso?

¡Hola a todos!

Este fin de semana es un fin de semana de puente, o al menos en mi Comunidad Autónoma. Lo que significa que el lunes no se irá a trabajar. En casa estarán todos (somos cinco).  La gente hará planes  geniales aprovechando que no se trabaja, planes a los que habrá que decir NO.

Posiblemente nos tachen de sosos y egoístas pero si decimos NO, no es porque no queramos, sino porque debemos cumplir con nuestro deber. Qué más quisiéramos nosotros apuntarnos a un bombardeo, pero hemos decidido sacrificar parte de nuestra vida, unos cuantos años, para conseguir lo que realmente queremos y ansiamos. Si decimos NO ahora es porque queremos decir SI mañana. Cuando llegue el día de decir SI, volveremos a ser esas personas que siempre estábamos dispuestas a salir sin tener que estar mirando el reloj cada cinco minutos, porque no vaya a ser que me despiste y se pase la hora de volver a casa que hay que seguir estudiando. Vivo tan metida en los horarios que creo que no me acostumbraré a no tener esa disciplina y ansia por estudiar.

Libremente hemos tomado una decisión que esperamos que los demás respeten, no vale el “llevas menos temas y ya está” o “bueno, si hoy no estudias no pasa nada, el preparador no se va a enterar”, ¿qué no pasa nada? No sabéis lo que es ir al preparador con miedo, rezando para que no te pida el tema que menos llevas mirado porque has estado fuera de casa en vez de estudiando lo que toca, porque total, no pasa nada si hoy no estudiamos, nadie se va a enterar (ya escribiré algo sobre este tema). El cargo de conciencia es muy malo, de verdad, lo hice una vez y dije nunca más. 

Bueno, todo esto era porque como decía al principio, este fin de semana es un fin de semana de puente. Los opositores, desde que empezamos la oposición vivimos contando los días de una manera muy diferente al resto de los mortales. Nuestras semanas se pasan contando los días que faltan para ir al preparador y contando los días que faltan para el ansiado día de descanso. Así es, así vivimos los opositores, todo lo demás nos sobra, es más, no sabemos si estamos a miércoles, jueves o viernes, día 15, 22 o 31, todos los días son iguales. Por eso, para nosotros no existen ni puentes ni festivos. Bueno, ya ni os cuento si hay examen a la vuelta de la esquina, entonces ya si que nada de nada. Recuerdo el día que conocí a mi preparador y me decía que nada de festivos, puentes y fiestas varias. Yo pensaba, bueno esto me lo dice ahora para asustarme y vea que tengo que tomarme esto enserio. Y tan enserio que iba.

Otra manera que tenemos los opositores de ir pasando las semanas y meses es contando cuánto nos queda para las vacaciones, lo que se traduce en más de un día libre sin tener que estudiar. Yujuuu!

En mi caso, tengo un mes de vacaciones que yo me distribuyo a lo largo del año. Normalmente, tengo una semana de vacaciones en Semana Santa, dos en verano (suele ser agosto) y una en Navidad (normalmente la semana de Reyes). También tengo que decir, que alguna vez, sobre todo al principio de la oposición,  sí que he aprovechado algún puente para cogérmelo de vacaciones y hacer algún viaje con la familia, pero me lo he tenido que descontar de los días de verano y eso ya me gusta menos. Era bastante novata en esto de distribuirme las vacaciones y me las quería coger todas como en el cole. Luego con el tiempo te das cuenta que las verdaderas vacaciones, las que son necesarias de verdad son las de verano e intentas no malgastar ningún día suelto a lo largo del año para concentrarlas casi todas en el mes de agosto. Estaréis de acuerdo conmigo que estudiar con calor es insoportable.

Y vosotros, ¿cómo os distribuís las vacaciones? ¿Hacéis puente?

Gracias por leerme!

Un beso!


María :) 

miércoles, 28 de octubre de 2015

Organización pre-examen/ Habemus convocatoria II

¡Hola a todos!

Respondiendo a la petición de varios de vosotros, el post de hoy es acerca de la organización del estudio desde que publicaron la convocatoria hasta el examen. En mi caso seguí el que os comento más adelante, pero quiero dejar claro que cada preparador tiene su sistema y el hecho de que no sea como el que hice yo no quiere decir que sea peor.  Aquí no hay sistemas mejores o peores, sino el que se adapta mejor a cada uno y con el que cada uno se siente más cómodo.

Pues bien, ante tantos rumores de convocatoria, durante el verano del año pasado, tanto mi compañera como yo, dejamos aparcado el primer ejercicio y nos centramos en el segundo (si pasábamos el primer oral, habría muy poco tiempo para el segundo, no más de cinco meses, y no había que dejar pasar la convocatoria). Durante esos meses me dio tiempo a dar una vuelta y media al mercantil y una vuelta al hipotecario.

Justamente una semana antes de la publicación de la convocatoria, volvimos al primer ejercicio y como prueba, después de varios meses sin tocarlo, volvimos con diez civiles. En cuanto salió la convocatoria ya no había tiempo que perder y había que meter todo el ejercicio (135 civiles y 33 fiscales) y hacer todos los simulacros y completos posibles.

El sistema que siempre he seguido es el de vueltas, para mí es el más dinámico y menos aburrido y el que mejor se adapta a mi manera de estudiar. Tengo mucha memoria a largo plazo. Parece que no, pero cuando acabas vuelta y vueles a empezar, comprobar que te acuerdas de los temas y prácticamente salen solos es un subidón para el resto de semana y de la vuelta. Ahora había que combinar los dos sistemas, vueltas y arrastre. Y lo hicimos de la siguiente manera:

Estuvimos tres o cuatro semanas de vuelta con diez civiles y algún fiscal y a la semana siguiente acumulábamos las semanas anteriores y metíamos algún civil y fiscal nuevo, de manera que prácticamente nos encontrábamos con unos 40 temas de golpe. Hacíamos dos semanas más de vuelta y acumulábamos a todo lo anterior, de manera que después de Navidad nos plantamos con casi unos 70 temas. Ahora ya había volumen suficiente, así que empezamos con los completos (tres civiles y un fiscal en una hora) o bien cantar dos civiles seguidos (no eran todas las semanas, sino habríamos llegado demasiado cansadas).

A partir de aquí siempre mantuvimos los temas anteriores e íbamos añadiendo nuevos, unos ocho o diez a la semana, de manera que cada vez el número de temas era mayor y la posibilidad de ir a examen con todo el primer ejercicio se estaba materializando. Aquello que el preparador nos dijo que quería hacer y nos parecía una burrada, ya no era tan descabellado. Estábamos siendo capaces de llevar 80, 90 temas y mantenerlos en la cabeza. Más o menos, los dos meses antes del examen, dejamos de ir cada semana a cantar, íbamos cada quince días para así poder tener tiempo a repasar todos esos temas que llevábamos y no cansarnos en los cantes.

El tribunal publicó la fecha del día que empezaban los orales. El 20 de abril. Así que hicimos las cuentas como si nos tocase el primer día. Para el 20 de abril, tendríamos que ser capaces de ir con TODO el civil y TODO el fiscal. Durante todos estos meses estuvimos haciendo simulacros al menos una vez al mes.

Después de que se hiciera el sorteo y saber que no nos tocaba de las primeras, el preparador nos preparó para ese día de abril (el 20) un simulacro en el Colegio Notarial con un auténtico tribunal compuesto por cinco Notarios, para ir ensayando lo que iba a pasar de verdad. Hasta hicimos pasillo. Me tocó a mí esperar una hora fuera mientras mi compañera cantaba, entró ella primero. Quitando el día del examen de verdad, no he pasado tantos nervios en mi vida y eso que no me jugaba nada.

Después de este simulacro en el colegio, nuestro plan hasta el día del examen fue mantener todos los temas y perfeccionar, perfeccionar esos artículos que costaban más, machacar los temas de más artículos para que salieran perfectos y ganar tiempo al cantar. Corregir vicios, y sobre todo, darnos cuenta que habíamos llegado a la fecha prevista con TODO el temario del primer ejercicio, algo que parecía imposible unos meses atrás cuando se publicó la convocatoria. En definitiva, estábamos dando vueltas a diez días.

Este fue el plan que seguí los meses previos al examen. Ahora, leyendo estas líneas, considero que es una barbaridad. Nuestro cuerpo y nuestra mente son capaces de llegar a los límites más insospechados. Yo me reía cuando el preparador nos decía que llegaríamos a esto. Realmente creía que nos lo decía para motivarnos pero que nunca lo haríamos. Para mí era algo sobrehumano.

Que yo siguiera este sistema no quiere decir que sea el único, ni el mejor. Como he dicho al principio, cada preparador tiene su sistema y él os aconsejará lo mejor para vosotros. Espero que os haya servido como guía.

Gracias por leerme!

Un beso!

María :) 


sábado, 24 de octubre de 2015

Habemus convocatoria

¡Hola a todos!

Hoy quería hablaros de las sensaciones que se viven desde el día que sale la convocatoria hasta que se va acercando la fecha del examen. Al menos yo lo viví así.

Después de varios meses de rumores de convocatoria, que sí, que no, que si se estaba pendiente de la demarcación, el día 25 de noviembre de 2014, se publicó en el BOE la convocatoria para acceder al cuerpo de Notarios. Ese día ya fue un desastre. Recuerdo que al abrir el BOE y ver la convocatoria, tanto mi compañera como yo entramos en un estado de pánico absoluto, la sensación era que al salir la convocatoria el examen sería a los pocos días y no estábamos preparadas para ello, y en ese estado llamamos al preparador para contarle la gran noticia, había CONVOCATORIA!!  Nuestro preparador (ahora lo pienso y el pobre ha tenido más paciencia que un santo con nosotras) intentó calmarnos dentro de lo posible. Sus palabras fueron, “tranquilas, hay tiempo, vosotras a seguir como si nada” y yo decía, pero cómo voy a seguir como si nada si se ha publicado la convocatoria, que voy a examen!!!! Ese día no di pie con bola.

En ese momento, todo cambió. Eso que se veía tan lejano, ya era una realidad. Los opositores sabemos que algún día llegará el examen y mientras tanto vamos estudiando, viendo pasar las semanas y parece que ese día nunca llegará, que es muy lejano y que tendremos tiempo de hacernos a la idea de lo que se nos viene encima, pero no es así. Te chocas de bruces con la realidad. Ese “ansiado” día ha llegado, es una realidad, y no nos hemos dado cuenta de cómo y cuándo hemos llegado.

A partir de ese momento recuerdo que viví en un estado de ansiedad continuo (ansiedad que pude controlar dentro de lo posible, tuve días mejores y días peores), había mucho que repasar en pocos meses. Dar todas las vueltas posibles para meter todos los temas y ser capaz de ir al oral con todo el temario (si iba, iba a por todas). Había que hacer simulacros de examen y yo veía que lo que mi preparador pretendía era imposible. Aquello era una locura.  Si bien es verdad que faltaban meses para el oral, todavía se tenía que publicar la lista de admitidos, los miembros del tribunal y hacerse el sorteo, la sensación es que te coge el tren y no vas a llegar.

En este punto quiero dar las gracias a mi preparador por habernos escuchado y calmado los nervios, por darnos el apoyo para seguir adelante (lloré muchos días porque pensaba que no podía hacerlo) y sobre todo por dar siempre esa vuelta de tuerca para que nosotras mismas viéramos que éramos capaces de hacerlo, que cada semana íbamos con más temas, cada semana acumulábamos más para poder hacer completos (cantar la hora entera como el día del oral) y éramos capaces de aguantar los temas semana tras semana. Gracias por exigir lo máximo de nosotras. Es por eso creo que juega un papel muy importante durante la oposición. Nos tranquilizan y nos exigen a partes iguales. 

Con esto quiero deciros que si ha salido vuestra convocatoria y estáis cerca del examen, es normal que tengáis nervios, ansiedad y miedo, miedo a lo desconocido, a no saber si llegaréis a tiempo, si seréis capaces de acumular el temario, pues yo os digo que SE PUEDE, con trabajo y esfuerzo, se puede. Se puede llegar al examen con todo el temario con la "tranquilidad" de saber que toque el tema que toque, lo voy a cantar. Así que intentad deshaceros de los miedos y los nervios (sé que es difícil). Hay más gente como nosotros, en la misma situación y con las mismas sensaciones. Gente normal como nosotros que lo ha conseguido. Y si los demás pueden, ¿por qué  nosotros no? Si me lo permitís os voy a dar un consejo que nos dio el preparador y que en su momento dije, pero cómo me puede estar diciendo esto. Si  pudiera volver atrás en el tiempo, le habría hecho caso y quizás la próxima vez que vaya a examen me lo tome de otra manera (aunque es inevitable estar nerviosos, nos estamos jugando mucho).

El preparador nos dijo “intentad disfrutar de este momento, de estos meses antes del examen, de los nervios y el miedo, cuando pase el examen me entenderéis”. Y qué razón tenía. Puede parecer una locura, pero disfrutad de este momento. Ánimo a todos! 

Gracias por leerme!

Un beso!


María :)

martes, 20 de octubre de 2015

¿Por qué Notarías?

¡Hola a todos!

Antes de nada, permitidme que dé las gracias a todos lo que me habéis mandado mensajes diciendo que me habíais leído y me animabais a continuar en esta nueva aventura.

Dicho esto y volviendo a la entrada de hoy, posiblemente alguno os hayáis preguntado y, ¿por qué Notarías? Eso es lo que os quiero contar hoy.

Seguramente, durante los años de carrera, en las distintas asignaturas os habrán estado contando las distintas salidas que tiene el Derecho y las distintas oposiciones según la rama que os gustase más. Al menos así fue durante mi época en la facultad. Recuerdo al profesor de penal intentando convencernos para que hiciéramos judicatura (es preparador de estas oposiciones); en tributario de que fuésemos inspectores de hacienda; en laboral, inspectores de trabajo; en administrativo, secretarios de Ayuntamiento, pero en civil (y tuve clase los cinco años de carrera) nadie, ningún profesor hizo que nos picara la curiosidad por Notarías o Registros. El último año de carrera, para poder elegir la rama del prácticum que más nos convenía según lo que quisiéramos hacer, tuvimos charlas de casi todas las oposiciones, menos Notarías y Registros y Abogacía del Estado (sinceramente no sé por qué, porque también era una opción). Con lo cual, de mi promoción, nadie se planteó la posibilidad de opositar a Notarías y Registros. Nadie, excepto yo. Y ahora os cuento por qué.

Todo empezó desde muy pequeña. Al principio quería ser farmacéutica, pero a medida que fui creciendo fue creciendo a la vez en mí una curiosidad por el cuerpo de Notarios –he de decir que en mi familia o círculo cercano no hay nadie que se dedique a esto- hasta el punto de decidir serlo algún día, surgió en mí lo que se conoce como vocación, que desde entonces no ha hecho más que crecer. Si no recuerdo mal, desde los 12 años, más o menos, ya decía que quería ser Notario. Durante los cinco años de carrera nunca se me pasó por la cabeza la idea de ejercer (si no consigo aprobar la oposición, mi última opción sería ejercer). Mis pasos fueron siempre pensando en Notarías. Tanto fue así que hice las prácticas en una Notaría en la que disfruté y aprendí muchísimo de la verdadera labor del Notario y de cómo funciona el mundo del derecho desde dentro y desde otra perspectiva que no fuese la de ejercer. Todos en la Notaría se portaron estupendamente conmigo (tanto, que el día que acabé las prácticas acabamos todos llorando) y sigo teniendo contacto con todos ellos (Notario, oficiales y copistas). Gracias a esas prácticas, hoy tengo el preparador que tengo, que he decir (ya escribiré sobre él) es la persona más comprensiva, paciente y preocupada por mí y por mi día a día que conozco –quitando a mi familia y amigas, claro- .

Así que como véis siempre he tenido en la cabeza la idea de ser notario y espero que algún día, no muy lejano, pueda deciros que lo conseguí, que soy NOTARIO!!!

Gracias por leerme!

Un beso

María :)


sábado, 17 de octubre de 2015

Opoaniversario!! :)

¡Hola a todos!

Hoy, día 17 de octubre de 2015, me estreno en esto del mundo de los blogs. Y os preguntaréis, ¿por qué justamente hoy, día 17? Pues por una sencilla razón, hoy estoy de lo que nos opositores llamamos opoaniversario, sí, opoaniversario, lo que quiere decir que tal día como hoy, hace ya unos años, decidí embarcarme en esta locura de las oposiciones. Después de varios meses dándole vueltas al tema, al final me he decido y que mejor día que hoy, justamente cuando hace 4 años que empecé la oposición.

Tal día como hoy pero de 2011, hace justo 4 años, empecé en este loco mundo de las oposiciones y más concretamente al cuerpo de Notarios. Y a pesar de ser consciente (o no del todo) de donde me metía, decidí seguir adelante y aquí estoy, unos cuantos años después, intentando contaros mis vivencias durante esta época de mi vida en la que me ha ido pasando de todo y como he ido sobreviviendo a cada una de ellas.

OPOSITO PERO EXISTO. Sí señores, oposito pero también existo,  porque hay personas que cuando les cuentas que estás opositando se piensan que vivimos 24 horas encerrados, metidos en una habitación (casi casi es así) sin ver la luz del sol, pero también somos personas y nos gusta disfrutar de los ratitos de respiro que nos deja el estudio y en definitiva de la vida, que es eso que va pasando a nuestro alrededor y algunas veces no nos damos cuenta.

Otro de los motivos por los que me he lanzado a escribir un blog es porque este año se está celebrando el examen al cuerpo de Notarios, concretamente acaba de empezar el segundo ejercicio y quería contaros mi experiencia tras ir a examen y como os podéis imaginar (sino no estaría aquí sentada escribiendo esto) NO aprobé, pero al ser la primera vez que me presentaba me ha servido de experiencia. Pero eso ya os lo contaré otro día ;)

Sed todos bienvenidos!!! Espero de corazón que os guste!!

Un beso!!


M :)